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La tecnología en la clase no es ninguna idea novedosa

Veo en la pared de Facebook un video muy fácilmente caricaturizable

Fue posteado en Julio de 2007 y hoy revive gracias a que algún amigo lo uso para caricaturizar las versiones tecnofetichistas que suponen que la tecnología emparchará definitvcamente la educación. O que la tecnología es una flagrante entelequia y que todos lo sabemos.

Otra amiga aprovecha la movida para insistir que se trata del mismo discurso pero apoyado en otro aparatito. Si antes la varita mágica se llamo cámara de cine o de video, hoy seria Internet o las computadoras.

Para que tamaño tecnoreduccionismo no cunda -dicen los buenos pedagogos- lo que necesitaríamos es el exorcismo pedagógico supongo. Buenos cursos, buenas capacitaciones, buena formación docente.

En el video la monserga no está ausente y por eso el presentador/locutor insiste en que la tecnología es un gigante bobo a menos que detrás de los ojos de la cámara haya un cerebro….. su cerebro!!!!. es decir el cerebro del docente.

Hoy diríamos que detrás de los ojos deben haber muchos cerebros, especialmente el de los otros. Los discursos de los años 50 se parecerán a los de hoy, pero las realidades son bastante distintas.

Y como es tan facil hoy en dia encontrar ejemplos que se contraponen y anulan mutuamente basta posar los ojos en el muro de Facebook y encontrar que otro amigo me recomienda que vea esta pelicula Waiting for superman, cuyo trailer pone un poco mas las cosas en perspectiva.

Que la tecnología no sirve para emparchar la escuela no es ninguna novedad. Pero que al escuela se ha vuelto absolutamente autocontradictoria porque se plantea obejtivos irrealizables, porque se sigue vendiendo como escalera de ascenso social, cuando la sociedad hace rato que se ha venido abajo, y porque los discursos pedagógicos progresistas ignoran que la escuela se ha quedado sin funciones es algo que quienes se mofan de la tecnología educativa aplicada pasan demasiado rápidamente por alto

Por ello en vez de caer en la provocación de tener que elegir entre una tecnología pedagogizada o una pedagogia tecnologizada, sin que haya mayor diferencia entre una y otra, debemos tomarnos mas en serio que lo que aqui no va mas no es tanto una visión tecnoreduccionsita o pedagógica lienal sino una verdadera critica de la sociología de la educación critica. O lo que es lo mismo de nuestras lecturas ingenuas acerca de la función de la escuela en la sociedad postmediàtica.

Lo que necesitamos para, en vez de emparcharlo, reinventar al sistema educativo es una ruptura epistemologica mucho mas que tecnológica o pedagógica. Y para ello nos viene como anillo al dedo la obra (pero mucho mas que su nombre al recorrido que viene de hacer) de Enrique Martin Criado autor de La escuela sin funciones. Critica de la sociología de la educación critica (Bellaterra, 2010). Para ver un ejemplo de la potencia de sus análisis consultar aquí.

Mientras en vez de retomar videos conductistas de los años 40/50 podríamos enzarzarnos en discusiones como las que plantean permanentemente @asarbach: Cuando los alumnos se expresan (1): , o @pvil Pedro Villarubia en http://discentia.blogspot.com/.

Ah si no es un dato menor que el disparador para este post, asi como todos los elementos que me permitieron hilvanarlo aparecieron sin ton ni son en 3 o 4 comentarios en el muro de Facebook aparecido a voleo justo cuando acababa de despertarme ayer.

Sintoma y señal que otro mode de leer y pensar es no solo necesario sino también posible. Y que perderemos mucho mas de este magma informe que es la red que de cuadriculas taxonómicas y de parasitismos burocráticos de los que estan hechas la mayoría de las carreras de investigadores (afamados o no), mas preocupados en sostener sus privilegios que en aplicar sus habilidades «críticas»

Publicado en1@1Cátedra DatosDiseñoEducaciónIrreduccionismoMetodologíaPolialfabetismos

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