Frivolidades de a bordo y en todo tiempo y lugar
Bueno a lo mejor habría que llamarlo mas bien cambalache de ideas renovadas, atractivas, fascinantes. Decididamente el gran coleccionista que va atrapando en sus mallas estos peces tan refinados se merece nuestro reconocimiento eterno y le devuelve su valor supremo al magno arte de editar.
Es una revista que ya nos movió a aplaudirla hace unos meses como la mejor de a bordo entre las aerolíneas que supimos trasegar. Se trata de la ya conocida IN y aunque en este numero de noviembre no descolle con casi ningún artículo espectacular, sino que mas bien oscila entre la frivolidad como su recorrido del Freedom of the Seas, el barco de Disney mas grande del mundo, o una nota divertida acerca de los paquetes que no empaquetan por ser mucho mas forma que contenido, el sabor del número está en las notas cortas, en los personajes, en las referencias, en ese bricolage infinito, siempre tapizado de páginas web que nos abren nuevos mundos.
Así en la sección inspiración se hace la apología del auto de nuestros sueños a través del extravagante expediente de autos de tiempo compartido. Se trata del club ecurie25 en Londres que por módicos 600 puntos –a la bicoca de 15.000 dólares-, nos deja jugar con distintos coches durante 35 días al año.
Si se quiere empezar con un Porsche Boxter habrá que pagar 8 puntos en temporada baja y 85 en verano por un fin de semana. Una Ferarri F400 Spider consume entre 100 y 140 puntos.
Si uno quiere en cambio un coche muy especial, como que viene con rayaduras y todo y con cuatro capas de pinturas de distintos tonos, nada mejor que comprarse el Fíat pasado por la mano de Uros Pavasovic .
Y si en cambio las rayaduras nos espantan y lo que queremos es un prístino, inmaculado y maravilloso modelo especial de la Volkswagen, ¿qué mejor que apersonarnos en la planta de Wolfsburg y hacerle frente a las dos enormes torres que albergan cada una en sus 20 pisos centenares de O km., y encima nos sacan una foto con la cara de embobados que seguramente tendremos si llegamos hasta ahí y si hicimos esa procesión?
Lugares de ensueño que hasta le darían envidia a Castells.. Raúl
Les digo que el editor-especialmente el fotográfico tiene un gusto… perfecto. Y que le dedica una pagina entera al maravilloso local de Apple que visitamos arrobados hace un mes en Nueva York. Se trata de un cubo de vidrio que recuerda inevitablemente a la pirámide de cristal diseñada por I.M.Pei en el Louvre -y que fuera recientemente festejada por la versión cinematográfica de El Código da Vinci. Está frente a la amplia plaza del edificio de GM, a pasos de la juguetería Fao Schwartz finalmente liberada de los interminables arreglos que afeaban su fachada.
El editor siguió apuntando alto al elegir en esa misma sección Inspiración a la editorial-social Eloisa Cartonera que generó una opción de trabajo para los cartoneros, al tiempo que fomenta la literatura latinoamericana de vanguardia.
El mecanismo es insólito, llamativo y una innovación de las de verdad. Algunos escritores que sin saber mucho de creative commons lo practican ceden los derechos de alguna obra breve, pero contundente. El texto se imprime y luego pasa al taller donde ex-cartoneros encuadernan y pintan a mano con tempera las tapas mas insólitas y delirantes. Cada ejemplar que sale a la venta es único.
La iniciativa se ha latinoamericanizado y tiene «sucursales» como Sarita Cartonera en Perú y Yerba Mala Cartonera en Bolivia. La versión argentina original publicaba 20 libros al mes , mientras que hoy mensualmente hacen entre 300 y 400 con un catalogo de 30 títulos
Pavadas (envidiables) del hiperlujo
También la pavada de hiperlujo ocupa esas secciones al azar, desde los hoteles que se lucen por sus artículos de tocador como el Gran Hyatt de San Pablo que tiene un spa de 7 salas con productos de la Prairie, o el Montage Resort & Spa Laguna Beach de California, o el One Aldwych de Londres.
El picoteo sigue y sigue. Guías atractivas como The unofficial guide to Walt disney world 2007 de Bob Sehlinger & Len Testa, una entrevista picante a Javier Cámara, una larga nota muy en serio sobre packaging , sorprende en estas revistas tan light y lavadas.
Bueno pero no podemos exprimir mas la materia prima mientras -como nos pasa cada vez mas seguido en este 2006 que ya se esta acabando- estamos nuevamente a 10.000 metros de altura esta vez cruzando algún rincón del Caribe rumbo a Monterrey con escala previa en el DF.
La gran sorpresa ha sido esta vez la mudanza de avión, habiendo pasado de un Airbus 340 a un flamante 767 que tiene entre otras maravillas 8 películas y 120 discos completos un poco mas que el nuevo shuffle.
Si la tecnología sigue así pronto no hará falta ni siquiera llevar su propia música sino que cada uno programará la que mas le guste, de hecho en este sistema se puede armar una playlist para fijar aleatoriamente nuestra dieta sonora en los interminables 10 horas de viajes, que en este caso se han borrado de un santiamén, siguiendo el control remoto universal en la estúpida película Click me con Adam Sandler que también acabamos de ver recién.
es una buena idea el proyecto de las editoriales cartoneras… en cochabamba desde hace unos dos años venimos trabajando en silencio…http://mandragoracartonera.blogspot.com
saludos,
ivan castro