Tenía apenas 19 años y recién había llegado a París. En seguida me puse en contacto con Thomas Abraham y nos hicimos grandes amigos a partir de una ex-novia común (compartida secuencialmente). Hacía pocos días que había llegado a la bellísima Ciudad Luz en enero de 1969, acababa de instalarme en la Ciudad Universitaria, y de pronto caí en la recién creada Universidad de Vincennes. Allí a los pocos días conocí a Michel Foucault. Su influencia y presencia jamás me abandonarían. Lo ví muchas veces, compartí almuerzos y charlas y discusiones con él y con Michel Defert, su amante y compañero de casi 25 años. Casi 10 años mas tarde lo entrevisté en el College de France. La última vez que nos cruzamos fue en Mayo de 1984, un par de meses antes de que muriera, uno de los primeros famosos en ser barrido por el SIDA. Lo extraño mucho.
Pasiones que matan, muertes que apasionan
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