Actualidad foucaultiana
En este news nos hemos ocupado explícitamente varias veces de la obra maravillosa de Michel Foucault. Así lo hicimos en las editoriales nº 096 El hombre, la obra, la vida y el canto…del cisne Foucault; nº 124 Vincennes, Michel Foucault y el mayo francés , ambas en los comienzos del news, en el primer semestre del 1995 y después mucho después en las nº 2406/7 Los inéditos de Michel Foucault, de septiembre del 2001. Aunque implícitamente su voz y recuerdo nos guía constantemente, siendo como fue uno de nuestros 4 o 5 mental trainers en esto del juego de las distinciones-.
Pues bien siguiendo en esa senda de los inéditos, que curiosamente apenas tratamos en esas editoriales, hoy hay que volver a revisar esta bibliografía póstuma de la mano de una interesante nota que escribió Edgardo Castro en el Suplemento Ñ acerca de la actualidad foucaultiana, emergente de la publicación de sus charlas publicas.
Cuando lo escuche en uno de sus seminarios en el College de France 1 en el invierno de 1981, no preste mayor atención a que esa charla en particular, se trataba de uno de los trece cursos que dicto desde su asunción en 1970 con la famosisima Lección Inaugural de su lado, hasta junio de 1984 apenas unos meses antes de morir.
Como estos cursos fueron dictados en un espacio publico estas grabaciones no está afortunadamente comprendidas por la prohibición testamentaria de toda publicación póstuma. Por eso desde 1997 un grupo de oyentes y de amantes del genial francés empezaron a editar estas obras de las cuales ya están disponibles seis en francés.
Seminarios en el College de France
De esas ya hay tres publicadas en castellano que tuvieron muchos comentarios y reseñas bibliográficas locales. El primero fue Hay que defender la sociedad (Akal). En él Foucault se interroga acerca de la validez del modelo de la guerra como herramienta para analizar las relaciones de poder, de las que distingue dos formas fundamentales: el poder disciplinario, que se aplica sobre el cuerpo mediante técnicas de vigilancia e instituciones punitivas, y lo que llamará desde entonces el “biopoder”, que se ejerce sobre la población, la vida y los vivos.
Analizando los discursos sobre la guerra de razas y los relatos de conquista (especialmente en Boulainvilliers), Foucault construye la genealogía del biopoder y de los racismos de Estado. La lógica de las relaciones entre poder y resistencia no es la propia del derecho, sino la de la lucha: no es cuestión de ley, sino de estrategia. De lo que se trata es entonces de saber si no habría que invertir el aforismo de Clausewitz y establecer que la política es la continuación de la guerra por otros medios.
El segundo de los cursos traducidos fue Los anormales (Akal, 2001). Dictado en el Collège de France entre enero y marzo de 1975, el curso sobre Los anormales prolonga los análisis que Michel Foucault consagró desde 1970, y sobre todo en Hay que defender la sociedad, a la cuestión del saber y el poder: poder disciplinario, poder de normalización, biopoder.
A partir de múltiples fuentes teológicas, jurídicas y médicas, Foucault enfoca el problema de esos individuos “peligrosos” a quienes, en el siglo XIX, se denomina “anormales”. Define sus tres figuras principales: los monstruos, que hacen referencia a las leyes de la naturaleza y las normas de la sociedad, los incorregibles, de quienes se encargan los nuevos dispositivos de domesticación del cuerpo, y los onanistas, que dan pábulo, desde el siglo XVIII, a una campaña orientada al disciplinamiento de la familia moderna.
Los análisis de Foucault toman como punto de partida los peritajes médico legales que aún se practicaban en la década de 1950. Esboza a continuación una arqueología del instinto y el deseo, a partir de las técnicas de la revelación en la confesión y en la dirección de conciencia.
Plantea de ese modo las premisas históricas y teóricas de trabajos que retomará, modificará y reelaborará en su enseñanza en el Collège de France y en obras posteriores. Este curso representa, por lo tanto, un elemento esencial para seguir las investigaciones de Foucault en su formación, sus prolongaciones y su desarrollo ulterior.
El tercer curso publicado fue Hermenéutica del sujeto (FCE) en donde Foucault pretendió mostrar las técnicas, los procedimientos y los fines históricos con los que un sujeto ético se constituye en una relación determinada consigo mismo, y formula la pregunta: ¿y si las luchas de hoy ya no fueran tan sólo luchas contra las dominaciones políticas e ideológicas, ya no tan sólo contra la explotación económica, sino luchas contra la sujeción identitaria?
Los cursos intraducidos
Todavía faltan traducir El poder psiquiátrico (publicado en 2003) y los dos que aparecieron en francés en octubre pasado: Seguridad, territorio y población (el curso de 1977-1978) y Nacimiento de la biopolítica (de 1978-1979). Estos últimos dos, que son los comentados por Castro, han sido preparados por Michel Senellart.
En Vigilar y castigar (1975), Foucault describe la formación y el funcionamiento del dispositivo disciplinario: una forma de ejercicio del poder que tiene por objeto los cuerpos individuales y que busca hacerlos políticamente dóciles y económicamente provechosos. En la última parte de La voluntad de saber (1976), luego de haber analizado el dispositivo de sexualidad, Foucault describe otra forma de ejercicio del poder que también tiene por objeto el cuerpo, pero no el individual, sino el de la especie, el de la población, el cuerpo colectivo. Se trata de la biopolítica.
De este tema tratan precisamente esos trabajos leídos en publico a lo largo de la década del 70 y que llegan a la lectura masiva casi un cuarto de siglo después. No resumiremos el resumen sino que iremos a lo que mas me llamo la atención en la reseña de Edgardo Castro, a saber su filiación de quienes trabajaron mucho antes que Foucault y bastante después que el, en el concepto fractal de biopolitica, dado que hoy mismo este tema clave, tan mencionado, pero tan poco entendido y tanta menos aplicado a nuestro presente, cuando en la Argentina haría tanta falta, vuelve a la escena publica.
Estado, Gubernamentalidad y biopolitica
En estas lecciones hay muchas ideas y conceptos que se trasvasaron verbalmente en el curso de estas décadas y que ademas fueron examinadas y trabajadas desde otros ángulos por el mismo Foucault pero muy especialmente por sus comentaristas
Pero quizás algo que esta mas vivo hoy (especialmente entre nosotros después del desastre de los 90 que muchos todavía hoy santifican y licúan) es la detección de un movimiento de pinzas que por un lado sobrevaloriza y, al mismo tiempo genera una sonora fobia del Estado.
Lo mas rico del planteo de Foucault, y por eso interesa hacer la genealogía de esta noción, es que para el no es el Estado ni la estatización de la sociedad lo que realmente importa para nuestra actualidad, para nuestra Modernidad, sino la gubernamentalidad.
Entendiendo por tal al conjunto constituido por las instituciones, los procedimientos, análisis y reflexiones, cálculos y tácticas que permiten ejercer esta forma de poder que tiene por objetivo la población; por forma mayor, la economía política y los dispositivos de seguridad como instrumento técnico esencial. De ahí que la era de la gubernamentalidad sea la era de la biopolítica, y el liberalismo, una de sus formas constitutivas.
Ahora es también fácil comprender (especialmente en este milenio bushistico) como la historia del liberalismo, con sus apogeos y sus crisis, aparece como la historia de una difícil y riesgosa relación entre libertad y seguridad;
Foucault, utilizo por primera vez el término biopolítica en 1974 (en una conferencia en la Universidad de Río de Janeiro: El nacimiento de la medicina social), pero no fue su inventor. De acuerdo a Castro, según informa Roberto Esposito, en su libro más reciente —Bíos. Biopolítica y filosofía, publicado en Italia en 2004—, antes de Foucault es necesario distinguir tres etapas de la biopolítica.
Cinco etapas de la biopolitica
Una primera etapa organicista, en el primer trienio del siglo XX, mayormente en lengua alemana, en la que hay que ubicar al sueco Rudolf Kjellen – que también fue el inventor de la noción de geopolítica y al barón Jacob von Uexküll -el del umwelt . Esta primera fase está dominada por el esfuerzo de pensar el Estado como un organismo viviente.
En segundo término, una etapa humanista, alrededor de los años sesenta y mayormente en lengua francesa. Aquí encontramos a Aaron Starobinski y a Edgar Morin . En esta segunda fase, se busca explicar la historia de la humanidad partiendo de la vida (en griego, bíos), sin reducir por ello la historia a la naturaleza.
En tercer término, se distingue una etapa naturalista, surgida a partir de mediados de los sesenta y en lengua inglesa (en autores como Lynton Caldwell y James Davies). Aquí la naturaleza aparece como el único referente regulativo de la política.
Respecto de estas etapas, la obra de Foucault (junto con la de Hannah Arendt) representa una cuarta que no está en relación de continuidad con las precedentes. Foucault ha renovado la problemática y ha conferido a la noción de biopolítica un valor interpretativo y una potencia especulativa que modifican notablemente el cuadro de la filosofía política contemporánea. A pesar de ello, -insiste Castro- su análisis deja abiertas algunas cuestiones fundamentales: por un lado, la relación entre categorías jurídicas y biopolítica; por otro, la relación de reversibilidad entre política de vida (biopolítica) y
política de muerte (tanatopolítica).
A partir de ellas y, por lo tanto, continuando su trabajo, es necesario señalar la aparición de una quinta etapa en la teoría de la biopolítica, representada por dos filósofos italianos: Giorgio Agamben (especialmente sus textos Homo sacer. El poder soberano y la vida desnuda, de 1995, y Estado de excepción, de 2003) y Roberto Esposito (además del texto que mencionamos antes, uno anterior Immunitas. Protección y negación de la vida, 2002).
Tanatopolitica y Estado de excepcion
Son estas lineas las que deberemos recorrer esmeradamente. El camino que llega a Foucault/Arendt y el camino que sale de ellos en dirección de estos italianos que intentan pensar la política de otra manera, mientras que los que se dicen tales no saben ni donde están parados
Aunque sigamos utilizando las viejas categorías modernas (soberanía, propiedad, libertad), ellas ya no tienen el mismo sentido: están atravesadas por la problemática de la biopolítica. Por otro, pensar una biopolítica que no incluya como mecanismo inmunológico una tanatopolítica —que no se convierta por seguridad en política de muerte— parece ser el desafío más importante que debemos
afrontar.
Entre todos los neologismos los de estado de excepción convertido en norma y el de biopolitica convertido en tanatopolitica son los mas útiles y preciados a la vista de los horrores acontecidos en el 2004 y los que parecen que vendrán.
Foucault que era capaz de desdoblarse, de parodiarse y de ironizar sobre si mismo sin parar. Sabia muy bien que estaba haciendo, de que estaba hablando y que nos estaba legando. Freud nos dejo la peste que fue el psicoanálisis, aunque hoy sus bacilos están tan devaluados, Foucault nos dejo la biopolitica que recién se esta incubando, y que nosotros mismos debemos inocular por doquier.
¿O acaso Foucault no escribió Después de todo, lo que hago (…) no es, finalmente, ni historia, ni sociología, ni economía. Más bien, algo que tiene que ver, de una manera u otra, y por razones simplemente de hecho, con la filosofía, es decir, con la política de la verdad; pues no veo muchas otras definiciones del término ‘filosofía’, sino ésta. Se trata de la política de la verdad.?
Para examinar muchas de estas nociones se reunió un enjambre de gente en París la semana que acaba de terminar, en el Coloquio Internacional Politics in the wake of Foucault, Sciences Po (Paris) & CIR (Saint-Ouen), 6-8 january 2005
Mientras a fines del 2005 apareció la primer revista sistemática dedicada a los estudios foucaultianos el Foucault Studies Journal 1 por suerte plenamente disponible on-line
Buenas referencias a Foucault en la web
1 Actualmente sus profesores son una cincuentena y entre ellos se cuentan muy pocas de las estrellas sesenistas: Jacques Bouveresse; Jean-Pierre Changeux; Ian Hacking; Pierre Rosanvallon y Nathan Wachtel
esto es un robo a la nota de castro…
Podían haber dibujado un poco más la cuestión…Evidentemente los datos que no figuran en la nota de castro y que si figuran en el art{culo los habrán robado de algún otro lugar…
Si bien hay similitudes con la nota de Castro, creo que ambos articulos son de gran importancia, en la actualidad hay una persona que esta investigando sobre la biopolitica contemporanea cuyo nombre es Diego Conno y por lo que pude ver esta haciendo un trabajo desde otra perspectiva.
Es una exposición interesante y oportuna. Sólo para enriquecerla, habrá que señalar que el concepto de biopoder también está señalado por Levinas. Sobre algunos cursos de MF por publicar, ya han sido hechos.