Estamos tan acostumbrados que a otros nos roben las ideas que nunca llegaremos a tener, que se anticipen a nuestros deseos convertidos en memes, y que piensen mas y mejor lo que nosotros apenas vislumbramos o entrevemos. Por si eso no fuera suficiente afrenta a nuestro magullado ego y narciso hay todavía otros mas ambiciosos y arriesgados que nosotros, que no solo juegan con las ideas que realmente importan sino que las convierten en proyectos, en laboratorios y en fabricas de nuevas ideas y proyectos.
No estamos hablando de remedos o equivalentes previsibles de nuestro Instituto nunca nacido acerca de la Innovación, el futuro o el Diseño, como fueron en su momento el Media Lab o la Fabbrica de Benetton, que aunque maravillosos en su estilo y ambición no coincidían exactamente con nuestra visión.