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Categoría: Irreduccionismo

Diez cosas que aprendí en San Diego, y que vale la pena comentar

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Volviendo a San Diego dos décadas mas tarde

Durante mis tres días en San Diego muchos apuntes técnicos, y las conversaciones habidas en esas escuetas horas con nuevos conocidos y amigos especialmente con Javier Gonzalez Recuenco, Joost van Nispen, Javier Piedrahita, Leo Piccioli, Mary Tehan y varios mas produjeron muescas interesantes en mi cabeza mas bien dura.

Pero antes, si es que alguna vez lo hago, de revisar las visiones conflictivas que la gente de marketing y publicidad tiene sobre el mundo, con las nuestras que vienen de la antipublicidad y el antimarketing analógico, prefiero hacer una síntesis a vuelo de pájaro de sensaciones y emociones de esos tres estupendos días pasados en San Diego, ciudad a la que no visitaba desde hace mas de 20 años y que se ha convertido en un oasis de paz y tranquilidad a solo 5 km de la conflictiva y caótica Tijuana, capital de las culturas híbridas, y al mismo tiempo síntoma de que un mundo unificado está mas lejos de lograrse que nunca

Jóvenes que prometen.. y no están obligados a cumplir

Me acuerdo cuando aun no había terminado el secundario, que no había comentario que me irritara mas que el señalamiento de que era un joven que prometía mucho. ¿A quién? ¿Durante cuanto tiempo? ¿Cumpliría alguna vez esas promesas que yo no le había hecho a nadie pero que algunos hacían por mi?

Cada vez que veo a un joven talentoso prefiero en cambio no verlo como una bella -y probablemente condenada a incumplirse- promesa, sino mas bien como alguien que es el mejor, en lo que hace en su ahí y ahora. Y por mas que la obrita de Seth Godin Salir del abismo. Supera los obstáculos en tu carrera profesional parece un burdo manual de autoayuda, es en cambio un poderoso analizador, cuando se trata de entender la forma en que algunos jóvenes hacendosos, talentosos y con ganas, se hacen su espacio en el mundo, y al hacerlo benefician a un gran numero de personas.

Por todo ello me alegró verlo a Diego Leal el pasado martes en Bogotá. Y aunque no pudimos trabajar juntos en un Educamp como hicimos a fines de noviembre del año pasado en Montería, Pereira y Bogota, al menos pude entrevistarlo, comentar con el cual será su aporte al próximo libro que estamos redactando sobre Edupunk y Facebook y de paso constatar que Diego es uno de los mejores exponentes de la webducación 2.0 que yo conozca en América Latina, junto a Cristóbal Cobo, aunque en otra área de expertise

Cuarenta y ocho horas a toda velocidad en el planeta de la tierra roja.

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Del Monte en el Monte

Es difícil que alguien pueda imaginarse a Del Monte un fascinante restaurante fashion (y fusion) como puede verse en la foto, alojado en un inmenso galpón que alguna vez lo fue de yerba, y que en menos de un año se ha convertido en el restaurante mas fashion de toda la provincia -y que en un ciclo de exposiciones cambiantes aloja algunas joyas de la artista local Tazmine Zampaca en unas gigantescas y hermosísimas fotografías de Humberto Costa, portadas por una exótica belleza local de nombre Macaren ).

Porque Del Monte, como su nombre lo indica está en medio de un monte, en medio de la nada, en las afueras de la ciudad, quizás mas cerca del Parque de las Naciones que del propio centro, mas que pequeño, de Oberá, un rincón en el mundo que tiene atrapados y encandilados a sus habitantes, y que gracias a la intensidad y las ganas de un par de sus habitantes, me vieron morar, sorprendido (en el desvencijado pero simpático y evocador de otros tiempos Hotelucho Anahi), y al mismo tiempo lograron trasmitirme la energía y las ganas de estos parajes, de ser mas de lo que son, pero también de seguir siendo lo que son, sin complejos, ni estridencias, ni lamentos, ni melancolías.

Del Potro, El Plan Ceibal, El Proyecto Facebook, cisnes negros por derecho propio

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El tennis es una buena ventana al alma

Corría raudo del aeropuerto de Carrasco hacia la Intendencia Municipal de Montevideo (que tiene una puerta cincelada que es de las mas lindas que jamás haya visto en mi vida), cuando alcancé a ver una raqueta levantada en un bar, pero no sabía si se trataba del primer o del último set, eran cerca de las 7 de la tarde y la final del US Open entre Roger Federer y Juan Martín del Potro, postergada por lluvia a lo mejor ya había terminado.

Fui a dar mi charla en el contexto de una evaluación y análisis de avance de los logros de El Plan Ceibal (Foro Educación,Tecnología y Sociedad) en Uruguay. A la salida caminámos en grupo por la mítica avenida 18 de Julio, y cuando llegué al Hotel Balmoral en la no menos conocida Plaza Cagancha, un augusto edificio que conjuga muy bien con el estilo melancólico y soberbio de esta añeja ciudad, me encontré con que Del Potro estaba peleando el último punto del cuarto set.

Del Potro iba a abajo 6 a 5 y, aunque tenía el saque a favor, tendria que ir a tie break, y sabemos que bien los juega Federer. El resto fueron casi 45 minutos de pura magia, y la aparición de un nuevo cisne negro en el firmamento tenístico. Del Potro había ya perdido 6 veces antes con Federer, y nada indicaba que le ganaría esta vez. Y cuando todo el mundo esperaba una final Federer vs Nadal con ganancia segura para el suizo, las tabas de las Moira volvieron a darse vuelta. Lo improbable, lo casi imposible ocurrió. En la final volvió a pasar lo mismo.

Las golosinas (visuales) como el hecho perverso de la cultura burguesa. El retorno de lo reprimido. Pesima actuacion en el primer Ignite porteño

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Basta de leer

Hace años que vengo insistiendo en que no hay peor conferencista, orador o presentador que aquel que lee. Entre mis némesis tengo a algunos académicos que cometen la osadía, o tienen el tupé, de leer lo que ellos llaman cuartillas, durante un tiempo interminable que en algunos casos supera la hora.

Aunque cada vez es menos frecuente, o yo frecuento mucho menos los ámbitos o cenáculos en donde suceden tamaños atentados en contra de la comunicación cara a cara u ojo a ojo, cada tanto me ocurre.

Paso así cuando estuve con los psicoanalistas a mediados del año pasado, donde no había cañón y donde mi presentación improvisada se hizo usando un ppt solo para mis ojos (como le gustaba decir a James Bond en una de sus graciosas películas).

Ocurrió hace unos días en Cartagena, donde uno de los presentadores en la sesión inagural leyó 4 o 6 carillas, y desde el podio hacíamos lo imposible por adivinar si se trataba de la ultima página. Porque aunque ponía énfasis y su voz sonaba estentórea y cristalina, la verdad es que escuchar a alguien leer en público es un bajón, que no le recomiendo a nadie.

Nuevo encuentro con Derrick de Kerckhove en la embajada de Canadá

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Derrick está mas que contento con su copia de Nativos Digitales.

No sé cuantas embajadas en Buenos Aires tienen residencias en las afuyeras, pero la de Canadá si la tiene. La conocí en febrero de 2004, recién vuelto de la excursión que hicimos con Laura Serra y el entonces ministro Daniel Filmus a Canadá, buscando el Santo Grial de la tecnología educativa. En ese verano se le hizo un homenaje a becarios y a profesionales que trabajan con distintos programas del gobierno canadiense, y como integrantes de esa misión nos correspondía también a nosotros participar de la jarana.

Anoche, como si nunca hubiese estado allí, me costó un montón encontrar el lugar. Y eso que Alejandro Prince me había comentado, que un taxista le había comentado que había que doblar en Libertador al 14.500. Lo cierto es que después de barrer la avenida un par de veces llegué finalmente a la linda ma nsión. Con un guardia a mi vera tocamos varias veces el timbre y después de un larguísimo rato finalmente aparecieron Prince & una de las anfitrionas.

A los pocos minutos estábamos libando con un pequeño grupo de una decena de personas entre las que se encontraban, ademas de Derrick, el embajador, Prince, Susana Finquelievich, Fernanda Rotondaro, Carmen Grillo, Gustavo Lopez y varios conocidos mas.

El padrino que nunca duerme. Rumbo a quien sabe donde

Bueyes que no dejan de darse cornadas entre sí

Hace un tiempo, que para la Argentina es inmemorial, Eduardo Duhalde dijo sentirse un extraterrestre por haber abierto un registro de los políticos retirados, siendo que el único que se había inscripto en él (dando vuelta la sentencia de Groucho Marx) había sido él mismo.

En una entrevista sin desperdicios (que lástima que se la perdió el entrevistador profundo que es Jorge Fontevecchia), Duhalde resucitó de entre los muertos (igual que Domingo Cavallo entrevistado por Mariano Grondona anoche), y aprovechó la tribuna que le regaló -nada inocentemente- La Nación del día de ayer, para hablar pestes de su ungido de entonces, se atribuyó la victoria de de Narváez, a quien bendijo como próximo gobernador -justo en el momento en que Scioli paga su error histórico de haberse lanzado al abismo testimonial con Mr.K, y decidió replegarse al bastión bonaerense), y abrió la boca para escupir todo tipo de maldiciones y pestes sobre el universo K.

A la sombra de El Plan Ceibal que también es la Isla de Lost

La subjetividad se resiste a pasar al arcón de los conceptos

Como comenté hace ya mas de un año atrás, últimamente no me entrevero demasiado con los custodios del alma (llamada subjetividad en el pasado siglo). Y cuando lo hago, sin querer o queriéndole los encuentros sacan chispas como pasó el año pasado en una actividad en la cual conocí -sin conocerla- a Alicia Gonzáles de AUPVC (Asociación Uruguaya de Psicoanálisis de las configuraciones Vinculares).

Digo conocerla sin conocerla, porque ella estaba entre el público y nunca se presentó, me capturó en su imaginario, y con el tesón de hormiguita trabajadora que la caracteriza, desde hace muchos meses se puso a tejer un nuevo evento relacionado con la mezcla explosiva que es poner cerca a una subjetividad amenzada con nuevas tecnologías del conocimiento y la sensibilidad que se creen prometeicas.

Lo cierto que principalmente a través de Facebook -convertido en una lingua franca de la comunicación intergeneracional- Alicia se animó a hacer lo difícil cual fue juntar un sábado de una helada mañana de sábado a unas 80 personas en una bella casona de un barrio de Pocitos junto a seis expositores en dos mesas redondas.

Small Worlds. El gran Nigel Holmes en Buenos Aires

El hombre que amaba las revistas

Uno de mis sueños de pibe fue tener a mi disposición durante semanas, meses y años una veintena de revistas para estar «informado». Estábamos a mediados de los 70 y ese proyecto fue posible porque el lugar adonde trabajé entonces contaba con un grupo de 30 personas con quienes hicimos una vaquita, contratamos al diariero de la esquina, y cada semana revistas como Times & Newsweek, L’Express y un puñado de nacionales nos daban un panorama de lo que pasaba en el mundo en esos días aciagos.

20 años mas tarde y de la mano del dólar barato me hice mi propio dieta de suscripciones incluyendo en la época previa a la primera burbuja de Internet mas de una decena de revistas, la mayoría de ellas difuntas, como Wired, Fast Company, Business Week, The Industry Standard, Business 2.0, How!, Fortune, I.D, Leonardo, que cada semana me desentumecían la croqueta y me ponían en contacto con temas y cuestiones que aquí no pegaban ni con cola.

Arquitecturas de participación pedagógica en los últimos días de empatía con el sur de España

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Hay que circular

Cuando la transhumancia es una forma de vivir, cuando respiramos todos los días a través de lo que hacemos y pensamos, un clima fraterno de entendimiento y liviandad (no exenta de compromiso ni de «agarrar al toro por las astas» cuando cuadra), cuando nos da lo mismo estar en un continente que en otro, en un país o en el de mas allá, porque todos nos ofrecen mucho, y porque la gente, mas allá de su idioma o de sus costumbres es una fuente de alegrías inmensas, es cada día mas difícil distinguir al ocio del negocio, al trabajo de la diversión, al momento de la reflexión del momento de la intervención.

Así las cosas los últimos días en el Sur de España han sido una combinación magnífica de encuentros y paseos, de regreso a lugares conocidos y de descubrimiento de nuevos, de charlas con conocidos y de profuso encuentro de nuevos amigos, con los que emprender tareas comunes y profundizar sin parar nuestro evangelismo en pro de una cultura de una complejidad y un diseño efectivo de pedagogías de la participación.