Uy que descuidado que está el News, a pesar de que cenamos con Pablo y Raúl hace una semana festejando su décimo sexto aniversario. Sucede que enero es un mes muy malo para pensar y escribir…cosas nuevas. Enero es aun peor que los meses intensos de viajes, que ya pronto se inician con las primeras excursiones a Madrid y a Nueva York dentro de 10 días.
Porque los viajes tienen a favor los aviones y las estancias en los aeropuertos que siempre ayudan con los tiempos muertos, e invitan a hacer funcionar las neuronas mas rápido y mas prestamente, especialmente cuando estamos a 10.000 metros de altura.
El problema con enero y parte de febrero es que se los dedicamos a revisar lo mucho dicho y escrito durante el año previo, para convertirlo en una argamasa de textos e ideas que por tercera vez consecutiva terminaran siendo un libro editado por la editorial Santillana.
Empezamos este nuevo ciclo que finalmente redundo en este tríptico en el verano del 2008, recién mudados a Tigre. Hacia un calor infernal y todavía andábamos con el pie torcido. No terminábamos de traer los trastos del centro, no estábamos demasiado convencidos de los infinitos beneficios de la gran mudanza, la crisis económica mundial nos había pegado mal y un par de excitantes ofertas internacionales habían mordido el polvo.