Hace rato que nuestro blog Filosofitis enmudeció (casualmente o no cuando las PASO hace casi seis meses atrás). Otro tanto sucedió con nuestra cuenta de Twitter que en parte por la liquidación que hizo Elon Musk de Tweetdeck, en parte porque nos hartamos del manicomio trollico en la que se convirtió, no dejamos mas migas de pan meméticas como solíamos depositar en su seno
Tan atribulados estamos en Argentina y en América Latina que terminamos creyendo que nuestros males son endémicos, que nuestros gobiernos son incorregibles, que nuestros países se jodieron (de una vez para siempre) hace medio/un siglo o dos, y que vivimos en el año de la marmota condenados a repetir nuestros errores… interminable-, exponencialmente.
En 1977, el Collège de France creó la cátedra Semiología Literaria y designó como profesor titular a Roland Barthes por consejo de Michel Foucault. Desde entonces, su Lección inaugural El Placer del texto se ha convertido en parte de ese texto clásico de permanente consulta.
Barthes examinó en esa obra los efectos de la escritura sobre aquel que recorre el texto, algo que revolucionó a la crítica literaria, sorprendiendo tanto a las perspectivas conservadoras como a las radicales. ¿Qué gozamos del texto? Una razón táctica nos lleva a formular esta pregunta: es necesario afirmar el placer del texto contra las indiferencias de la ciencia y el puritanismo del análisis ideológico, pero también contra la reducción de la literatura a simple entretenimiento.
Como en toda película de villanos, si esquematizamos mucho las cosas siempre nos quedaremos con malos, malos y buenos, buenos. Solo que cada vez resulta mas difícil cual es cual.
En la IA este dualismo se traduce en exaltados visionarios que apuestan a trascender nuestra endeble funda de carbón, convirtiéndonos en mas que humanos -con Raymond Kurzweil y el advenimiento de la singularidad a la cabeza- y tozudos refractarios, que imaginan una próxima guerra entre especies, en la que los humanos seremos sometidos -como tanta ciencia-ficción desde Matrix hasta Trascendence poetizan- en esta carrera por la dominación planetaria y eventualmente galáctica.
@mkirschenbaum How long before an LLM (like a Tesla) kills someone?
“I am not a human being; I am a human becoming”. “I live on Earth at present, and I don’t know what I am. I know that I am not a category. I am not a thing—a noun. I seem to be a verb, an evolutionary process—an integral function of the universe” (Buckminster Fuller. I seem to ve a verb)
.
1 Ser Early Adopters e poi muori
En el seminario que dictamos con Julio Alonso en febrero 2022 en la Maestría en Tecnología Educativa en el Postgrado de la UBA a cargo de Mariana Maggio habíamos coqueteado con las sorpresas (y amenazas) que encarnaba el GPT. Ni nos imagínabamos lo que seguiría.
DALL-E 2 se lanzó en abril de 2022. En mayo, Google anunció (pero no lanzó) dos modelos propios de text-to-pict-converters , Imagen y Parti. Luego vino Midjourney, un modelo de text-to-pict-converters creado para artistas. Y agosto trajo Stable Diffusion, un modelo de código abierto que la startup Stability AI lanzó al público de forma gratuita. Y luego, en octubre, tuvimos la segunda ronda: una serie de modelos de text-to-video converters de Google, Meta y otros. En lugar de solo generar imágenes fijas, pueden crear videoclips cortos, animaciones e imágenes en 3D.
“We wanted flying cars, but we got 140 characters.” (Peter Thiel)
Hace mucho que repetimos como mantra: ¿cómo puede ser que sepamos tanto acerca de tantas cosas, pero que las decisiones colectivas de gobernanza que tomamos -o que se toman por nosotros- (sobretodo en Occidente) sean cada vez peores? Si tuvimos que inventar una cátedra como Artificial Intelligence and Democracy en la School of Transnational Governance, para que un talento como @HelgaNowotny se haga preguntas como Can democracy survive #AI?… algo está muy podrido en Dinamarca (en el mundo).
Pero estamos hartos de diagnósticos y a esta altura sabemos que todos tienen razón, los que dicen que vivimos en el peor de los mundos posibles, los que insisten en que vivimos en el mejor de los mundos posibles, y los que se solazan con anchas avenidas del medio, que casi nadie transita.
1 La máquina imaginaria (pero bien real) de Turing
Si bien la inteligencia artificial ha oscilado durante décadas entre éxitos furibundos y frustraciones no menos llamativas, los innumerables logros alcanzados en la última década (podemos poner como divisoria la compra de Deep Mind por parte de Google en 2014 y todos los subproductos de la IA posteriores) ignoran cuestiones clave acerca del comportamiento humano, y de su simulación por parte de las máquinas.
Lo que parece una eternidad se derrite como helado de menta. La perspectiva de casi una semana entera en Madrid (algo bastante inusual, he pasado mas tiempo largo en Barcelona que acá) se termina. Noches y días corren a toda velocidad y lo que no hicimos ni visitamos ya, tampoco nos dará tiempo para hacerlo en este viaje bautismal.
Reservamos una entrada en El Prado para al menos pisarlo por un par de horas nuevamente. Varios encuentros no ocurrirán, aquí la gente se toma el trabajo demasiado en serio, y yo que creía que avisar era exigencia yanqui no castiza, sobretodo si el viaje es casi inesperado como finalmente ocurrió. Ya estamos buscando donde hacernos el PCR para volver.
Una cursada universitaria puede durar mas o menos clases, ser mas o menos intensa, participativa, generativa y muchos adjetivos mas. Pero generalmente está estructurada alrededor de un puñado de palabras claves que son mas o menos explícitas, que se tejen con mayor o menor habilidad, y que en definitiva definen sobre qué memes queremos cabalgar, para que los fenómenos de aprendizaje tengan finalmente lugar
Decididamente hemos pasado del tiempo de Internet (nanosegundos) al tiempo de la marmota (tiempo 0, vacío, inocuo). Cada cual atiende su juego y el que no ninguna prenda tendrá. Así como agota saber que mañana será igual a ayer, y que pasado, los anuncios del Capitán Beto para quien las vidas que le arrebatamos al virus (hoy récord de infectados y muertos) valen mucho más que los que la Parca se toma consuetudinariamente, son el anticlimax total. Me enteré de que un amigo que había estado en Ecuador zafó del coronavirus en Barcelona.