“Se incorpora a educación secundaria como parte de la implementación de decisiones políticas enmarcadas en una visión donde la educación continúa subordinada a la economía. No se advierte una ruptura sustancial con las políticas de corte neoliberal que se inician en nuestros países desde los noventa, pero estas se enmarcan en una nueva etapa adoptando formas de injerencia en las políticas de los países dependientes más encubiertas pero a la vez más peligrosas en sus efectos, tanto en lo que refiere al plano del endeudamiento, de la dependencia tecnológica y de la generación de nuevas formas de incidencia en el aspecto ideológico”. (Informe en minoría de ADT)
La corporacion docente otra vez al acecho
Una noticia sacudió la grafosfera uruguaya esta semana, pero no alcanzó la reverberación que merecía. La nota era Profesores sienten que Plan Ceibal se “impuso” y piden “replantear” uso de las computadoras. Quizás se trató de una opinión minoritaria la voceada por el diario uruguayo El Espectador, o tal vez porque el entrevistado no alcanzó a superar la indagatoria punzante de Emiliano Cotelo uno de los mejores periodistas del Uruguay, lo cierto es que un movimiento de reflujo, de cuestionamiento y en definitiva de enésimo intento de reforma de la reforma está emergiendo en Uruguay.
Por esas suertes de la serendipia el miércoles al mediodía a las pocas horas de leer la nota me encontraba alojado en el increíble hotel L’Auberge en Punta del Este junto con varios representantes del Plan Ceibal que habrían de confirmar algunas suposiciones, y le darían mas contexto a lo que está pasando en el tema, que no es nada simpático, y que era de prever aunque hasta ahora no había salido nunca a la luz con tanta vehemencia y animosidad.
Mientras Ceibal diluvió sobre la escuela primaria las cosas se movieron mas o menos fluidamente, no sin tropiezos, como recordó ayer en la Cumbre Sudamericana de Autoridades Ministeriales «Liderazgo en Tecnología en la Educación» Edith Moraes, directora de primaria del Uruguay, pero sin la voluntad de obstáculo explícito que estamos viendo ahora. Era de esperar que apenas los chicos aparecieran en los colegios secundarios con su Ceibalita de la mano, los docentes no se quedarían tranquilos, quietos, pasivos y hasta contentos con la invasión del sacrosanto espacio del libro y el broadcast a manos de la primera generación de nativos digitales.
Asi sin eufemismos el presidente de la Asamblea Técnico-Docente de Secundaria, Carlos Rivero, señaló que los profesores tienen la sensación de que este programa se les “impuso”, sin la correspondiente “información ni formación sistemática”.