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Categoría: Infonomia

Rosario fue una fiesta. Un no-curso de navegación libre

Rosario como fiesta para los sentidos

A lo mejor es el lugar. A lo mejor son los amigos. A lo mejor es la época del año. A lo mejor es lo que es. Pero lo cierto es que ya habíamos sentido la energía creativa y las ganas en Rosario, cuando dictamos en Mayo del 2008 nuestro curso anual Prince/Fundacion Libertad Rosario también sirve para pensar.

Pero nunca es suficiente. Nunca alcanza. Nunca nos damos por contentos en demasía. Lo que el año pasado pudo parecer un techo, hoy se ha convertido en un piso. Lo que antes era excepcional (al menos en nuestro país) como contar en una clase con cañón, laptop y buena conectividad, se ha convertido ahora en un punto de partida con todo por hacer.

Nuestro último año estuvo permeado de búsquedas en el área post-educativa. Ya sea porque la experiencia de educ.ar llegó a un techo, ya sea porque la experiencia de décadas en la universidad llegó al nivel de saturación, ya sea porque las tecnologías empezaron a volverse omnipresentes en los ambientes educativos cuestionándolos en su forma de ser y hacer, ya sea porque en tiempos de crisis la innovación y la creatividad crecen a pasos agigantados, algo se estaba incubando y por fin eclosionó.

Innovaciones disruptivas en educación Primera Parte

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Si algo no anda, no es por casualidad

Estamos hartos de las fórmulas mágicas. De los profetas y los gurúes que dicen venir con la solución a males ancestrales con solo escucharlos y poner en marcha sus maquinaciones y promesas. Porque cada día queda mas claro que los problemas que tenemos -en todas las áreas del conocimiento y la acción- los hemos inventado nosotros. Que si las cosas no funcionan no solo es por negligencia y malicia, sino porque hay intereses -explícitos e implícitos- que a eso llevan. (Interesante aporte aquí de Paul Ormerod, Why things always fail), aunque insuficientemente desarrollada la analogía biología/economía como sistemas vivientes).

Debemos renunciar al diagnóstico llorón y al reduccionismo explicativo, que supone que la política, la economía, la ecología, el trabajo, la salud, la educación funcionan a medias, si es que funcionan del todo, debido a malas decisiones administrativas, por miopía en la gestión, por desconocimiento de la complejidad, y por incapacidad de pensar en el largo plazo.

La felicidad de no saber lo que queremos enseñar. Facebook como caso práctico de pasaje de pedagogíaas de la retención a pedagogías de la participación Tercera Parte


La segunda versión del curso de Downes & Siemens

Entre otros horrores de la pedagogía -lo viví como alumno en la escuela secundaria y lo vi repetirse hasta el infinito en la universidad de los dos lados del mostrador, tanto como alumno como docente- uno de los que mas me irritan es la repetición infinita de lo mismo.

Los mismos temas, los mismos autores, los mismos textos. Las mismas metodologías, las mismas estrategias. Como siempre lo que sobresale en esa repetición autista de lo mismo es la clase magistral, la voz autorizada que propala, el dictado de ideas (la mayoría de las veces ajenas) que se enlazan con mayor o menor felicidad, y que tratan de replicarse memeticamente en la cabeza de los alumnos.

La felicidad de no saber lo que queremos enseñar. Facebook como caso práctico de pasaje de pedagogías de la retención a pedagogías de la participación. Segunda Parte

En la primera parte de la nota hacíamos referencias a la insuficiencia de formatos y soportes heterodoxos en la educación formal, a la necesidad de ir mas allá de los episodios aislados y únicos (por mas fascinantes que sean) cuando queremos formalziar aprendizajes profundos, a los caminos que se abren cuando descentralizamos, invertimos los roles y generamos conocimiento de abajo hacia arriba. Postulamos por último la necesidad de entender a los alumnos como sobjetos, debiéndonos hacer cargo de que no sabemos lo que queremos enseñar.

CMS vs redes Sociales

Como excelente muestra de la tendencia a emparcharlo todo, vemos los intentos desesperados de muchas empresas de e-learning de adosarle a sus administradores de contenido modelos web 1.0 broadcast, alguna fiorituraweb 2.0 «red social«. Después de todo dicen sus cultores ¿en qué consisten las tecnologías de red sino en crear enlaces público entre miembros de la comunidad a través de la declaración de amistad? Y como la creaciòn de links en general está asociada a la creación de contenidos en la similitud de la acción probablemente podría haber algún mecanismo subyacente similar

Eppur no hay nada mas distinto que una red Social y un CMS al encarnar ambos prácticas pedagógicas y filosofías educativas diametralmente opuestas. Las redes sociales son un paso mas hacia la descentralización del contenido y de los contactos en línea. No deja de ser paradójico que la inspiración que tuvo Mark Zuckerberg en cuanto a crear un libro de caras electrónico -correspondiente a los modelos top-down de las Universidades, se haya desmadrado en esta cacofonìa que es «vi luz y subí«, en que se ha convertido el propio Facebook hoy -interesante análisis de los antecedentes de Facebook no tanto en Harvard sino en la escuela secundaria a la que asistió previamente, que obligan a revisar la frase anterior de Zuckerberg.

Así pasó la gloria de la computadora de los 100 dólares


De OLPC a Apple

Hace pocos días una noticia bomba surcó las redacciones digitales del planeta. Apple -la empresa mas cercana a nuestro corazón- había contratado a Iván Krstic, quien había tenido un desempeño excepcional en el proyecto OLPC, en el cargo de director de arquitectura de seguridad, habiendo implementado BitFrost, un maravilloso sistema de seguridad.

O sea que Iván fue junto a Walter Bender, Mary Lou Jepsen, Jim Gettys y el propio Nicholas Negroponte uno de los padres de la criatura OLPC, así que su renuncia hace un año al proyecto -mucho antes del despido masivo de la plantilla a principios de 2009- tenía un simbolismo especial.

La felicidad de no saber lo que queremos enseñar. Facebook como caso práctico de pasaje de las pedagogías de la retención a las pedagogías de la participación. Primera Parte

Momento de bifurcación, hay que cambiar la isla de Lost de lugar

Ha llegado el momento. Durante décadas lo hemos estado entreviendo, primero como hipótesis de trabajo, después como saturación ante el estado decepcionante de la cosas educativa, finalmente como punto de bifurcación. En América Latina tenemos muchos y mejores antecedentes que en el Norte, porque las condiciones siempre fueron mas difíciles, el modelo de conciliación -entre conocimiento para la contemplación y conocimiento para la acción- de allá arriba nunca fructificó colectivamente (salvo en pocos instantes históricos convertidos ahora en añoranza y epopeya), desde la Pedagogìa del Oprimido de Paulo Freire a la Pedagogía del aburrido de Ignacio Lewcowickz) y ahora la crisis suena a terminal o casi.

Nos referimos a la inviabilidad de los sistemas de transmisión actuales como forma de preservar (vivo) el pasado, de entender el presente y de diseñar el futuro, especialmente tal como existen hoy y son defendidos a rajatabla por sus cultores de los formatos mas convencionales de la educación formal.

Nos referimos asimismo a los indicios, llamados de atención y a veces fuegos de artificio, que insisten en atraer la atención de los jóvenes, que se autopresentan o insinúan ser congruentes con sus intereses y dietas cognitivas, y que amenazan con una fuerza jamás vista previamente, a la escuela en sus funciones mas inveteradas y que le dan identidad.

Hay que ser anfibios, híbridos y polialfabetizados

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Post original y entrevista a manos del excelente periodista Franco Piccato de La Voz del Interior

Entrevista a Alejandro Piscitelli, experto en ciberculturas

“Hay que ser anfibio, híbrido y polialfabetizado”

En su último libro, se sumerge en el universo de los nativos digitales, cuestiona la defensa corporativa del mundo del libro, y ofrece claves para diseñar la educación 2.0.

Escuchar a Alejandro Piscitelli supone un intenso recorrido por lo más vibrante del pensamiento contemporáneo sobre ciberculturas y medios digitales. Un itinerario que va y viene entre dos mundos. ¿Virtualidad real? ¿Realidad virtual? Los límites ya no están tan claros. Especialmente para los chicos de la “generación Y”, nacidos a partir de 1980, que se mueven como peces en el agua en el universo de las redes sociales, blogs, wikis, celulares e Internet.

La cultura de los poslectores

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Con motivo de una nueva feria del Libro, editoriales, diarios, consiglieri, defensores del sacrosanto orden del papel, etc etc hacen lo imposible para: 1) mostrar su irreductibilidad a las modas tecnológicas, 2) hacer mínimas concesiones al universo digital que sin prisa, pero sin pausa tampoco, está poniendo patas para arriba un orden establecido hace 500 años y que por algun extraño motivo los primeros consideran eterno.

La revista Ñ (que junto a ADN de La Nación y Radar de Página/12 son núcleos privilegiados de esa resistencia) entre desganada y preocupadamente armó un informe titulado El libro y el pensamiento en la era digital coordinado por Alejandra Rodriguez Ballester & Jorgelina Nuñez. Pero por el resultado el tiro puede haberles salido por la culata porque por primera vez el balance es bastante mas duro para los libros que para las pantallas.

Abre este informe mi nota (inédita) “La cultura de los post-lectores “que dialoga con “Los libros y el pensamiento” de Gloria Pampillo. El dossier incluye además una entrevista a Robert Baensch, una pésima experiencia de lectura de e-books de Eduardo Belgrano Rawson (Francis Pisani leyó una novela entera de 600 páginas en el Kindle 2, y la gozó de lo lindo), “La condiciones de la época” sobre la poesía en Internet analizado en profundidad por Santiago Llach; “Mi blog, bitácora de escritura” de Daniel Link; “Google la nueva divinidad” por Jorge Carrión, y el que mas me gustó “La escuela me hizo odiar la lectura” de Francisco Tonucci. Como corresponde Clarín pijotea el material y no lo puso en línea. Por eso aquí subo el mío.

El bautismo de presentación de Nativos Digitales en San Miguel de Tucumán

Tejiendo futuros digitales

Un libro es una cápsula de ideas, pero sin sostén material apenas sería su visión incomunicable. Esos lenguajes privados de los que tanto hablaba Ludwig Wittgenstein. Para que el libro circule y se convierta en meme necesita de soportes materiales, necesita de impulsores y contradictores, necesita básicamente de una materialización (aunque sea en el ciberespacio).

El libro (al menos el aún físico de papel) no es tal sin el editor y el imprentero, sin el director de colección y el marketinero, sin el superlector editorial que lo evalúa y, sobretodo, si no tiene padrinos, gente que apueste a él, que estén tanto en el mercado como en la familia, que sean coautores que asisten a charlas, clases y semianrios, que son también auitores de otros libros con (o contra) los cuales el autor dialoga.

Taxonomías de los medios, ¿Un medio un fin? ¿Para qué?, ¿Para quién?

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¿Clasificar para mejor vivir?

No hay duda de que la proliferación de posibilidades, oportunidades variedad y cantidad de opciones es una característica mas que visible de esta postmodernidad tardía, que algún autor lúcido como José Luis Marina a mas que bien caracterizado como ultramodernidad.

Y que la variedad excesiva (como su recíproca su casi ausencia) son tan valoradas como temidas. Barry Schwartz ha denominado a este estado existencial como la Paradoja de la elección, mostrando con muchos ejemplos de caso, que en presencia de opciones sucesivas de oportunidades de elección, abiertas en forma arborescente y en expansión indefinida, el consumidor o cliente o usuario tiende a inhibirse, paralizarse y finalmente a no-elegir aunque, batesonianamente, esa es otra forma de la elección.

Pero hoy no estamos hablando de consumir bienes en un supermercado cada vez mejor surtido, y por ello mismo crecientemente inhibidor, sino de hacerlo con conceptos y distinciones, con definiciones y clasificaciones, básicamente con taxonomías.