La Feria del Libro nos inunda de mesas redondas y de la presencia mediatica de escritores, oradores, novelistas, ensayistas pensadores y sanateros, en dosis nada proporcionales. Desde los gurues a los popes, desde los zares a los mendigos, todos son convocados o se autoconvocan, con la fuerza despareja de las editoriales para tirarnos por la cabeza miríadas de presentaciones, cataratas de discursos previsibles, y de entre las muchas presencias que son talismanes y rara vez tabú ,descolla algún material, emerge algún iconoclasta, algún consagrado que se lo merece reaparece y nos rendimos a sus pies.
Tomándonos en solfa a la filosofía y en serio a todo lo demás