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Categoría: Irreduccionismo

Hacia un materialismo cultural de segundo orden

Otra trilogía que merece mucha mas aprehensión y difusión

Habían pasado escasos meses desde la publicación del original The Craftsman de Richard Sennett (primera obra del tríptico que se continuaría con Guerreros y Sacerdotesy El extranjero, cuando hicimos en «De Wittgenstein flies a kite», a «The Craftsman» de Richard Senett» una oportuna referencia a una obra que Anagrama traduciría un año mas tarde, y que debe figurar sin dudas como una de las balizas mas importantes de las que disponemos actualmente para escaparle como a la peste al idealismo (y a los reduccionismo, incluyendo al tecnológico), a la vez que nos permite retomar una rica y perdida tradición de revalorización de la práctica (especialmente de la escuela francesa en donde anidan autores como Gilbert Simondon (1924-1986), André Leroi-Gourham (1911-1986)).

Pasa el tiempo y cada vez entendemos menos el rol de la tecnología, de los oficios, del hacer en una sociedad crecientemente atenazada por un lado por el delirio místico de los conceptos (al mejor postor), y por el otro por un consumo de bienes finales que cada dia mas vienen encapsulados en cajas negras.

Por eso cuando estamos a bordo de un lab que viene marcando el ritmo del hacer (pensando) a una velocidad rauda, mientras sintonizamos cada vez mejor con las variadas tribus urbanas y rurales que fragmentan acompasadamente el territorio nacional (para lo cual devenir extranjeros es el mandato obligado), retomar no tanto las conclusiones de una obra -como la de Sennett- que ya lleva medio siglo de construcción laboriosa, sino ciertos impulsos y marcos referenciales para «bajarla» a nuestra tarea cotidiana en los Labs como dispositivos de aprendizaje, será un buen ejercicio y ayudará a replicar y amplificar nuestros esfuerzos.

El síntoma de la división de las dos culturas en la reinvención del aula

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A proyecto muerto, proyecto puesto

Por cuarto año consecutivo, desde que en marzo de 2009 empezáramos a «invertir la clase «con El Proyecto Facebook nos tenemos que enfrentar con el momento mas dramático de la cursada universitaria que es la asignación de recompensas y cocardas (la nota) destiladas en un escuálido número arábigo que cumple múltiples funciones.

Desde la explicación mas trivial que es asentar formalmente la ingestión de saber de un determinado recorte burocrático de la realidad, hasta la satisfacción psicológica de encontrarse en el décil mas alto de la escala (que bendice simbólicamente con la distinción a un puñado de alumnos respecto de sus compañeros), desde el mas previsible que es la satisfacción de haber entendido consignas y de haber jugado al juego dictaminado por los mayores (supuestamente mas sapientes), al mas pícaro de aprobar una materia (a la que no se desea ni respeta), habiendo hecho poco y nada para merecerlo. Desde el desafortunado que tiene que aprender a jugar otras reglas de juego, porque en esta materia no valen las que si en la mayoría de las otras, hasta quienes festejan haber sido asignados por el SIU (sistema de asignación automática de materias a cursar) a compartir experiencias insólitas e inesperadas con compañeros no elegidos pero que que finalmente son como los hermanos que uno hubiera querido tener.

Pero si bien en nuestra historia todas las cursadas son ensayo y error (muy diferente del «toco y me voy» que sienten algunos alumnos), no lo es menos que los aciertos/errores de los últimos años nos llevaron progresivamente a oscilar pendularmente entre un privilegio alternativo del contenido (durante los 10 primeros años de la cátedra) al del continente (desde 2006 hasta ayer nomás), buscando un difícil equilibro que tiene dos denominadores mayúsculos: 1) la enseñanza por/para proyectos, 2) la evaluación participativa, mucho mas desarrollado el primrro que la segunda.

Gutenberg el geek. Un Steve Jobs (y muchos mas) avant la lettre

El Paréntesis de Gutenberg, again

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Dedicamos hace medio año un libro entero a El Paréntesis de Gutenberg (con el mismo nombre) por lo cual enterarnos de que Jeff Jarvis había escrito Gutenberg the Geek, un Kindle single (que se puede leer en media hora), un desprendimiento de su investigación para su ultimo libro Public Parts. How Sharing in the Digital Age Improves the Way We Work and Live, nos llamó la atención y nos sumergimos en el texto. En paralelo leíamos el trabajo de José Joaquín Brunner presentado en el Seminario de la CEPAL, que llevó a aclararnos como nunca antes (aqui esta el testimonio: Las TIC de caja de herramientas a nuevo entorno vital), porqué nuestro metier está ligado a la investigación, testeo y diseño de la cultura digital, y muy marginalmente a las cuestiones educativas estructurales.

En un ejercicio de historia en futuro anterior (proyectar sobre el pasado distinciones que son válidas hoy, o dicho de otro modo inventarnos precursores para justificar en el pasado exitoso -o no- lo que hacemos hoy), Jarvis nos vuelve a contar (basado en las obras de Albert Kapr Johann Gutenberg: The Man and His Invention (1996), y de Albert Kapr Johann Gutenberg: The Man and His Invention y de John Man The Gutenberg Revolution: How Printing Changed the Course of History (2003), la historia de Johanes Gutenberg, como si se hubiese tratado de un Steve Jobs avant la lettre.

El dia que dos potencias se (des) encontraron. Heidegger y Cassirer rompían lanzas en Davos

Encuentros memorables

Entre el 17 de Marzo y el 9 de Abril de 1929 tuvo lugar en Davos una reunión impensable, un encuentro memorable donde dos pilares de la filosofía alemana cruzaron lanzas epistemológicas y metafísicas, frente a un coro atrevido de participantes que se inclinaron mayoritariamente por uno de los interlocutores, sin imaginar jamás que en esos Alpes suizos y nada menos que en la ciudad de Davos (que se convertiría en los años 1970 en el reino de las especulaciones económicas en el célebre Forum a cargo de Karl Schwab) se estaba incubando una de las torsiones del pensamiento contemporáneo que derraparía con fuerza una década mas tarde cuando el nazismo llegase al poder.

En el hotel Belvedere de Davos dos pilares intelectuales de fuste cuales fueron Ernst Cassirer y Martin Heidegger iban a protagonizar el debate del siglo. Lo que estaba en juego en ese momento no era ni el futuro de la economía, ni el rol de las empresas, ni las condiciones del liderazgo, ni la tecnología como palanca del cambio social. Para nada. Se trataba lisa y llanamente del significado de la herencia kantiana. En otro momento y en otro lugar podría haber sido un debate filosófico intrascendente, una discusión de capilla, un florilegio técnico sin mayores consecuencias, ni intelectuales ni políticas.

Pero la diferencia que hizo todas las diferencias, el detalle que terminaría en una tragedia fue que mientras que Cassirer era un judío social-demócrata, Heidegger, además de ser el filósofo mas importante del siglo XX -y probablemente el último de los filósofos en la tradición greco-occidental-, se convertiría en un defensor inequívoco del nazismo, aceptaría ser el rector Nazi de la universidad de Friburgo y terminaría autoreescribiendo su propia historia intelectual (mediante una manipulación concienzuda y sutil de una de sus obras mas conocidas cual fue La época de la imagen del mundo, conferencia originalmente pronunciada en 1939 y publicada por primera vez en su versión desnazificada a cargo del propio Heidegger en 1950 -para una exquisita exégesis de este relato leer la nota de Jacques Taminiaux en el excelente número especial de la Revista Philosophie Magazine Hors Serie dedicado a…Les philosophes face au nazisme).

Pisando las calles de Tunez nuevamente, o casi Segunda Parte

1 Filiu grande

Point of no return

Cada tanto una palabra o concepto aprendido literalmente hace decenios se agolpa en el frente de la memoria e insiste en sacarle ventaja a los miles o millones de otrose que pululan en la ecologia neuronal. Esta vez se trata de la expresión «point of no return» que me dejó su imprint a los 16 o 17 años cuando lei No Highway una novela de Nevil Shute.

La novela era bastante pedorra pero el concepto me sigue acompañando casi medio siglo mas tarde, buen testimonio de que lo que queda no lo hace tanto por profundidad o relevancia, sino por algún misterioso acople entre emisión y recepción, que tendrá su lógica (contextual en cada caso) aunque la aristotélica o cartesiana no la comprenda.

En esa obra sumergida en el túnel del tiempo la expresión remitía al momento en que un avión había pasado la mitad del recorrido que lo separa del destino final, por lo que en caso de avería, error o fatiga del metal (esa era la clave en esta novela) quedaba mas cerca del destino que del origen, así que al agua pato.

En los congresos pasa lo mismo, hay un período de acumulación (un poco mas largo como en este caso de la reunión de UNRSCO sobre libertad de prensa, cuando literalmente no conocía a ninguno de los asistentes), y después de mediodía o de uno pasamos el punto de no retorno, nos hacemos amigos de circunstancia o conocidos mas o menos afectuosos, y de un mar de átomos nos convertimos en algunos subgrupos que comparten anécdotas, descubren amigos en común, retozamos acerca de temas y experiencias mas o menos compartidas, y de un santiamén ya somos un grupo y no ya un conjunto de entidades disjuntas.

Como era de esperar esto ocurrió en Túnez en esta Conferencia, y como comentaron todos los participantes esto es lo que queda como residuo cognitivo y afectivo en estos eventos, mas alla de las maratónicas sesiones, de los discursos efectistas, y de las proclamas y de las ganas mas o menos cumplidas de los convocantes y de los organizadores devenidos activistas de sus causas.

Pisando las calles de Túnez nuevamente. O casi

Sorpresas te da la UNESCO

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En Noviembre de 2005 se celebró en Túnez la segunda cumbre de la Sociedad de la Información Transformando los sistemas sociales en desarrollo. La primera tuvo lugar en Ginebra dos años antes y a todos nos sorprendió que se hiciera aquí dado el caracter represivo y autoritario del entonces presidente Ben Ali. Por una invitación del gobierno canadiense tuve la suerte de alojarme con su delegación en Gammarth. 7 años después esta vez por gentileza de la UNESCO vuelvo a estar en Gammarth en el Hotel Mouraidi a unos 3km de la sede de deliberaciones del evento New Voices. Media Freedom Helping to Transform Societies en The Palace Khartago (¿Habra sido alli donde me alojé otrora?, je revisando notas veo que no, habia estado en el Corinthia Khamsa).

Tantas cosas han ocurrido en la sociedad de la información (o de la desinformación) desde entonces, que no habría estado de mas hacer un repaso de aciertos y fracasos y tangencialmente estamos aquí para hacer algo parecido. Pero el objetivo es mucho mas enfocado y la problemática mucho mas especifica (aunque en la cancha se ven los pingos y por muchos motivos los paneles son kilométricos, las discusiones son vagas y muchos objetivos previstos por los organziadores son incumplibles).

Cada año desde 1993 se celebra mundialmente el Dia de la libertad de Prensa. Su principal misión es informar a las ciudadanos de las violaciones a la libertad de expresión, un recordatorio de que en docenas de países en el mundo se siguen censurando, multando, suspendiendo y cerrando publicaciones, mientras que los periodistas, los editores y los defensores del derecho a la libre expresion son atacados, detenidos y nada ocasionalmente asesinados.

Puede que a nosotros todo esto nos suene lejano o conocido, después de todo intermitentemente en nuestro país vivimos esos años de plomo en donde nos confiscaban clásicos en la aduana, en donde todo lo que olía a izquierda o a anti-occidental merecía la hoguera (en ese sentido la dictadura de 1976/83 llegó al paroxismo con la prohibición de las matemática de conjuntos), y donde la desaparición de una generación entera de jóvenes (10.000 casos comprobados), atestigua qué operaciones de exterminio son posibles, cuando no hay ninguna voz que los defienda o haga de escudo frente a la prepotencia genocida de poderes que se creen eternos y refundacionales (se vez que estoy afectado por la lectura de los diálogos entre Videla y Reato, aqui la critica de Blaustein).

Las TIC de caja de herramientas a nuevo entorno vital

Otra conferencia sobre TIC y Educación y van….

they vs us

Hace un par de días tuvo lugar en Santiago el seminario Internacional La tecnología digital frente a los desafíos de la educación inclusiva: algunos casos de buenas prácticas, en el marco del proyecto e-education que se desarrolla desde hace tres años en la División de Desarrollo Social de la CEPAL y que forma parte del Programa @LIS2, “Alianza para la Sociedad de Información 2 – Diálogo político inclusivo e intercambio de experiencias«.

En el seminario se presentaron los resultados de ocho estudios de buenas prácticas de TIC en educación, los que fueron seleccionados luego de un proceso que incluyó un trabajo conceptual de definición y discusión de criterios y de prácticas en un taller de expertos y la sistematización de los casos en terreno.

Cuatro de estos casos son políticas nacionales que se han convertido en referentes interesantes de analizar cuando se toman opciones de política. Se trata de El Plan Ceibal de Uruguay; Programa Enlaces de Chile; Programa nacional de informática educativa de Ciudad de Buenos Aires, Programa nacional de uso de medios y nuevas tecnologías en Colombia

Los otros cuatro son programas de nivel local que responden a distintos desafíos del sistema educativo, y que son escasamente conocidos más allá de los contextos donde se desarrollan. Se trata de Educación indígena: Programa Lengua, cultura y educación en sociedades multilingües de México; Educación de estudiantes con necesidades especiales: Plan digital de la Ciudad de Buenos Aires; La ampliación del acceso a secundaria en poblaciones rurales: Programa Centro de midías para la educación del Amazonas; Las TIC y el derecho a la educación: Programa Pro-niño de la Fundación Telefónica en Panamá.

El curriculum escolar y la nueva ecologia del aprendizaje

Mutando que es una sana forma de crecer

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Cesar Coll es un maestro de maestros. Fue uno de los númenes de la reforma educativa española, que fuera importada con devoción por el equipo de Decibe/Braslavsky/Filmus en los albores de la era menemista, de principios de los años 90. Desde hace mas de una década se ha venido reconvirtiendo progresivamente a las huestes TIC. Lo conocí en Madrid donde fuimos compañeros de la XXII Semana Monográfica Santillana de la Educación. Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en la educación: retos y posibilidades (2007), lo frecuenté en varios simposios internacionales cuando la OEI creía en los expertos (y ambos formábamos parte junto a Hugo Martínez, Guillermo Sunkel, Marcia Padilha, Roberto Carneiro y otros amigos de uno de sus grupos , y lo seguí viendo intermitentemente ya sea en España o en América Latina.

Escuché varias de sus charlas, y aunque coincidía erráticamente con algunas de sus perspectivas, lo veía demasiado apegado a las alfabetizaciones tradicionales, muy orientado hacia la defensa del curriculum tradicional, muy escéptico respecto del potencial (y no solo de los usos efectivos de las TIC en las escuelas), y en general como a un tipo lúcido pero demasiado tradicionalista.

Los prejuicios vienen y van, y después de escucharlo atentamente ayer a la mañana en su charla en el auditorio Elis Regina en el Parque Anhembi en el marco de las jornadas 2012 de Interdidactica (pero mejor aun a lo largo de las innumerables charlas que tuvimos entre lunes y martes), debo comerme mucho de lo que pensaba (me voy a atragantar si me sigue pasando esto), y debo reconocer que César ha ido cambiando sutilmente sus posturas, no ha menguado en un ápice su escepticismo (pero cada vez por mejores razones), y sin embargo ha abierto espacio a varias vetas de reflexión y acción mucho mas interesantes aun de lo que ya lo eran una década atrás.

Visitando China por primera (pero seguro que no por última) vez en la vida. Tercera Parte

Dos sistemas, un pais. El año 2047 está mucho mas cerca de lo que creemos

1. De China a Hong Kong

Lo dijimos hace 10 días y lo ratificamos hoy, cuando en la madrugada de Honk Kong vemos por última vez las calles mojadas, la estación de buses en Kowloon arrancando su diario trajín, oteando de refilón el Harbour Plaza Metropolis, shopping mall del hotel en el que estamos alojados, y habiendo vivido intensamente durante 2 días la vida en esta ciudad a la que anhelábamos conocer desde al menos 1986 (cuando estuvimos en Singapur, Penang y Bangkok) y a la que tardamos tanto en llegar.

A diferencia de lo que nos pasó con Pekín, donde nuestras expectativas eran bajísimas y fueron mas que colmadas, e incluso con Shanghai, donde esperábamos bastante pero recibimos mucho mas, a Hong Kong entramos con el pie torcido. Veníamos en un Ferry desde el puerto de Shenan en las afueras de Guangzhou, muy alejado del centro. El barco, aunque ocupado a medias, parecía un Seacat de los que van a Colonia, el día estaba nublado y contrariamente a lo que nos habían prometido no vimos nada del célebre skyline.

Llegamos en un santiamén a nuestro alojamiento en Kowloon la zona de los 40 hoteles, pero no estábamos frente a la bahía sino en una subida para la cual había que tomar un shuttle que en 8 minutos nos dejaba en Nathan Road, la joya de la corona de la ex-colonia británica. Dar unos pasos fue encontrarnos con la quintaesencia del consumismo y el capitalismo al palo. El show en la promenade de las estrellas nos mostró un bello fondo de edificios en la vera isla de Hong Kong, empañado por las nubes y un pésimo sonido. Por fin fuimos a comer a una rica cantina italiana Fat Angelo, pero nada nos sorprendía demasiado. Y peor aun nos fue con la excursión a Peak Victoria tapado de nubes, seguido de una visita a una pequeña playa abusivamente comparada con la bahía de Guanabara, terminando en una forzada excursión en Sampán que no parecía ir a ningún lado.

Visitando China por primera (pero seguro que no por última) vez en la vida. Segundaa Parte

Yéndonos de Pekin a marcha forzada

Nos quedaron muchas cosas que contar de nuestra visita a Pekin, desde la visita al Templo del Cielo que incluye al Salón de Oración por la Buena Cosecha; el Altar Circular y la Bóveda Imperial del Cielo en el parque Tiantan Gongyuan, al sur de de Pekín, asi como las impresiones que nos causaron las visitas a los talleres de Cloisenne y a una fábrica de seda, para no hablar de la ceremonia del té y especialmente del shock que nos dio cuando aterrizamos (siempre raudamente nunca mas de una hora o dos) en Sanlitun y nos dimos una vuelta por el Apple Store (curiosamente cuando Tim Cook estuvo la semana pasada en Beijin no visitó a ése sino al de Joy City).

Pero como la agenda no se detenía y nuestro viaje era lo mas parecido al hop on hop off que hacemos cada vez que tomamos uno de esos colectivos turísticos que recorren las ciudades en un par de horas, y permiten bajarse y subir ininterrumpidamente, apenas estábamos degustando impresiones (siempre acompañadas de un Starbucks cercano y de toneladas de fotos que no podíamos subir a Facebook porque está censurado aquí en China), ya estábamos tomando el vuelo a Xian en un atiborrado Airbus 330 repleto de jovencitos canadienses que estaban haciendo viajes de intercambio con sus homólogos chinos.

Para nuestra sorpresa, despachar las valijas, pasar por el control migratorio, escanear el equipaje de mano, esperar en los gates no tiene nada del caos e improvisación como pudo haber sido hace 10 o 20 años atrás. Pero hoy con uno de los aeropuertos con mas tráfico del mundo, cuando 78 millones de pasajeros pasan anualmente por Pekin (es el segundo aeropuerto mas visitado del mundo, aunque Atlanta le gana por mas de 10 millones pero báiscamente de pasajeros dom®esticos) todo eso es historia vieja. Lo cierto es que con una hora de retraso (muy común en los aeropuertos enormes) y después de un viaje sin novedades llegamos a Xi’an una de las 10 zonas urbanas mas grandes China (8 millones de habitantes) donde Cristina, una guía solicita nos deposito en Titan Times un hotel de lujo a pocas cuadras de la gran muralla.