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Categoría: Irreduccionismo

Nuevo encuentro con Derrick de Kerckhove en la embajada de Canadá

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Derrick está mas que contento con su copia de Nativos Digitales.

No sé cuantas embajadas en Buenos Aires tienen residencias en las afuyeras, pero la de Canadá si la tiene. La conocí en febrero de 2004, recién vuelto de la excursión que hicimos con Laura Serra y el entonces ministro Daniel Filmus a Canadá, buscando el Santo Grial de la tecnología educativa. En ese verano se le hizo un homenaje a becarios y a profesionales que trabajan con distintos programas del gobierno canadiense, y como integrantes de esa misión nos correspondía también a nosotros participar de la jarana.

Anoche, como si nunca hubiese estado allí, me costó un montón encontrar el lugar. Y eso que Alejandro Prince me había comentado, que un taxista le había comentado que había que doblar en Libertador al 14.500. Lo cierto es que después de barrer la avenida un par de veces llegué finalmente a la linda ma nsión. Con un guardia a mi vera tocamos varias veces el timbre y después de un larguísimo rato finalmente aparecieron Prince & una de las anfitrionas.

A los pocos minutos estábamos libando con un pequeño grupo de una decena de personas entre las que se encontraban, ademas de Derrick, el embajador, Prince, Susana Finquelievich, Fernanda Rotondaro, Carmen Grillo, Gustavo Lopez y varios conocidos mas.

Amandla! Awethu! Genio y figura de Nelson Mandela

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El factor humano y los cuentos de hadas

1. John Carlin El factor humano. Nelson Mandela y el partido que salvó a una nación. Buenos Aires, Seix Barral, 2009.

Entiendo vuestra ira, pero si estáis construyendo una nueva Sudáfrica, debéis estar preparados para trabajar con gente que no os gusta (Nelson Mandela)

En 1985, cuando Nelson Mandela llevaba veintitrés años en prisión, se propuso conquistar a sus enemigos, los más fervientes defensores del apartheid. Así obtuvo su libertad y consiguió convertirse en presidente. Pero la inestabilidad de un país dividido por cincuenta años de odio racial cristalizó en la amenaza de una guerra civil. Mandela comprendió que tenía que conseguir la unión de blancos y negros de forma espontánea y emocional, y vio con claridad que el deporte era una estrategia extraordinaria para lograrlo.

John Carlin ha descubierto el factor humano que hizo posible un milagro: la capacidad innata de Mandela para seducir al oponente y su tenaz deliberación de utilizar el mundial de rugby de 1995 para sellar la paz y cambiar el curso de la Historia. La final de aquel mundial culminó con la victoria sudafricana en el último minuto, y fundió en un abrazo a negros y blancos en el ejemplo más inspirador que ha visto la humanidad.

No casualmente Carlin al principio del libro insiste en que este relato (¿inventado a partir de su propuesta, o planificado al dedillo por Mandela antes de que nadie lo inventariara?) teniía los dos condimentos propios de un cuento de hadas: era una gran historia y contenía una verdad eterna.

Small Worlds. El gran Nigel Holmes en Buenos Aires

El hombre que amaba las revistas

Uno de mis sueños de pibe fue tener a mi disposición durante semanas, meses y años una veintena de revistas para estar «informado». Estábamos a mediados de los 70 y ese proyecto fue posible porque el lugar adonde trabajé entonces contaba con un grupo de 30 personas con quienes hicimos una vaquita, contratamos al diariero de la esquina, y cada semana revistas como Times & Newsweek, L’Express y un puñado de nacionales nos daban un panorama de lo que pasaba en el mundo en esos días aciagos.

20 años mas tarde y de la mano del dólar barato me hice mi propio dieta de suscripciones incluyendo en la época previa a la primera burbuja de Internet mas de una decena de revistas, la mayoría de ellas difuntas, como Wired, Fast Company, Business Week, The Industry Standard, Business 2.0, How!, Fortune, I.D, Leonardo, que cada semana me desentumecían la croqueta y me ponían en contacto con temas y cuestiones que aquí no pegaban ni con cola.

Arquitecturas de participación pedagógica en los últimos días de empatía con el sur de España

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Hay que circular

Cuando la transhumancia es una forma de vivir, cuando respiramos todos los días a través de lo que hacemos y pensamos, un clima fraterno de entendimiento y liviandad (no exenta de compromiso ni de «agarrar al toro por las astas» cuando cuadra), cuando nos da lo mismo estar en un continente que en otro, en un país o en el de mas allá, porque todos nos ofrecen mucho, y porque la gente, mas allá de su idioma o de sus costumbres es una fuente de alegrías inmensas, es cada día mas difícil distinguir al ocio del negocio, al trabajo de la diversión, al momento de la reflexión del momento de la intervención.

Así las cosas los últimos días en el Sur de España han sido una combinación magnífica de encuentros y paseos, de regreso a lugares conocidos y de descubrimiento de nuevos, de charlas con conocidos y de profuso encuentro de nuevos amigos, con los que emprender tareas comunes y profundizar sin parar nuestro evangelismo en pro de una cultura de una complejidad y un diseño efectivo de pedagogías de la participación.

La felicidad de no saber lo que queremos enseñar. Facebook como caso práctico de pasaje de pedagogíaas de la retención a pedagogías de la participación Tercera Parte


La segunda versión del curso de Downes & Siemens

Entre otros horrores de la pedagogía -lo viví como alumno en la escuela secundaria y lo vi repetirse hasta el infinito en la universidad de los dos lados del mostrador, tanto como alumno como docente- uno de los que mas me irritan es la repetición infinita de lo mismo.

Los mismos temas, los mismos autores, los mismos textos. Las mismas metodologías, las mismas estrategias. Como siempre lo que sobresale en esa repetición autista de lo mismo es la clase magistral, la voz autorizada que propala, el dictado de ideas (la mayoría de las veces ajenas) que se enlazan con mayor o menor felicidad, y que tratan de replicarse memeticamente en la cabeza de los alumnos.

La felicidad de no saber lo que queremos enseñar. Facebook como caso práctico de pasaje de pedagogías de la retención a pedagogías de la participación. Segunda Parte

En la primera parte de la nota hacíamos referencias a la insuficiencia de formatos y soportes heterodoxos en la educación formal, a la necesidad de ir mas allá de los episodios aislados y únicos (por mas fascinantes que sean) cuando queremos formalziar aprendizajes profundos, a los caminos que se abren cuando descentralizamos, invertimos los roles y generamos conocimiento de abajo hacia arriba. Postulamos por último la necesidad de entender a los alumnos como sobjetos, debiéndonos hacer cargo de que no sabemos lo que queremos enseñar.

CMS vs redes Sociales

Como excelente muestra de la tendencia a emparcharlo todo, vemos los intentos desesperados de muchas empresas de e-learning de adosarle a sus administradores de contenido modelos web 1.0 broadcast, alguna fiorituraweb 2.0 «red social«. Después de todo dicen sus cultores ¿en qué consisten las tecnologías de red sino en crear enlaces público entre miembros de la comunidad a través de la declaración de amistad? Y como la creaciòn de links en general está asociada a la creación de contenidos en la similitud de la acción probablemente podría haber algún mecanismo subyacente similar

Eppur no hay nada mas distinto que una red Social y un CMS al encarnar ambos prácticas pedagógicas y filosofías educativas diametralmente opuestas. Las redes sociales son un paso mas hacia la descentralización del contenido y de los contactos en línea. No deja de ser paradójico que la inspiración que tuvo Mark Zuckerberg en cuanto a crear un libro de caras electrónico -correspondiente a los modelos top-down de las Universidades, se haya desmadrado en esta cacofonìa que es «vi luz y subí«, en que se ha convertido el propio Facebook hoy -interesante análisis de los antecedentes de Facebook no tanto en Harvard sino en la escuela secundaria a la que asistió previamente, que obligan a revisar la frase anterior de Zuckerberg.

Así pasó la gloria de la computadora de los 100 dólares


De OLPC a Apple

Hace pocos días una noticia bomba surcó las redacciones digitales del planeta. Apple -la empresa mas cercana a nuestro corazón- había contratado a Iván Krstic, quien había tenido un desempeño excepcional en el proyecto OLPC, en el cargo de director de arquitectura de seguridad, habiendo implementado BitFrost, un maravilloso sistema de seguridad.

O sea que Iván fue junto a Walter Bender, Mary Lou Jepsen, Jim Gettys y el propio Nicholas Negroponte uno de los padres de la criatura OLPC, así que su renuncia hace un año al proyecto -mucho antes del despido masivo de la plantilla a principios de 2009- tenía un simbolismo especial.

Hay que ser anfibios, híbridos y polialfabetizados

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Post original y entrevista a manos del excelente periodista Franco Piccato de La Voz del Interior

Entrevista a Alejandro Piscitelli, experto en ciberculturas

“Hay que ser anfibio, híbrido y polialfabetizado”

En su último libro, se sumerge en el universo de los nativos digitales, cuestiona la defensa corporativa del mundo del libro, y ofrece claves para diseñar la educación 2.0.

Escuchar a Alejandro Piscitelli supone un intenso recorrido por lo más vibrante del pensamiento contemporáneo sobre ciberculturas y medios digitales. Un itinerario que va y viene entre dos mundos. ¿Virtualidad real? ¿Realidad virtual? Los límites ya no están tan claros. Especialmente para los chicos de la “generación Y”, nacidos a partir de 1980, que se mueven como peces en el agua en el universo de las redes sociales, blogs, wikis, celulares e Internet.

La cultura de los poslectores

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Con motivo de una nueva feria del Libro, editoriales, diarios, consiglieri, defensores del sacrosanto orden del papel, etc etc hacen lo imposible para: 1) mostrar su irreductibilidad a las modas tecnológicas, 2) hacer mínimas concesiones al universo digital que sin prisa, pero sin pausa tampoco, está poniendo patas para arriba un orden establecido hace 500 años y que por algun extraño motivo los primeros consideran eterno.

La revista Ñ (que junto a ADN de La Nación y Radar de Página/12 son núcleos privilegiados de esa resistencia) entre desganada y preocupadamente armó un informe titulado El libro y el pensamiento en la era digital coordinado por Alejandra Rodriguez Ballester & Jorgelina Nuñez. Pero por el resultado el tiro puede haberles salido por la culata porque por primera vez el balance es bastante mas duro para los libros que para las pantallas.

Abre este informe mi nota (inédita) “La cultura de los post-lectores “que dialoga con “Los libros y el pensamiento” de Gloria Pampillo. El dossier incluye además una entrevista a Robert Baensch, una pésima experiencia de lectura de e-books de Eduardo Belgrano Rawson (Francis Pisani leyó una novela entera de 600 páginas en el Kindle 2, y la gozó de lo lindo), “La condiciones de la época” sobre la poesía en Internet analizado en profundidad por Santiago Llach; “Mi blog, bitácora de escritura” de Daniel Link; “Google la nueva divinidad” por Jorge Carrión, y el que mas me gustó “La escuela me hizo odiar la lectura” de Francisco Tonucci. Como corresponde Clarín pijotea el material y no lo puso en línea. Por eso aquí subo el mío.

El bautismo de presentación de Nativos Digitales en San Miguel de Tucumán

Tejiendo futuros digitales

Un libro es una cápsula de ideas, pero sin sostén material apenas sería su visión incomunicable. Esos lenguajes privados de los que tanto hablaba Ludwig Wittgenstein. Para que el libro circule y se convierta en meme necesita de soportes materiales, necesita de impulsores y contradictores, necesita básicamente de una materialización (aunque sea en el ciberespacio).

El libro (al menos el aún físico de papel) no es tal sin el editor y el imprentero, sin el director de colección y el marketinero, sin el superlector editorial que lo evalúa y, sobretodo, si no tiene padrinos, gente que apueste a él, que estén tanto en el mercado como en la familia, que sean coautores que asisten a charlas, clases y semianrios, que son también auitores de otros libros con (o contra) los cuales el autor dialoga.