Crîticas mas que interesadas que nada tiene que ver con lo interesante
La magia tiene sus efluvios y aunque la recursividad retórica ya nos tiene hartos, cada tanto conviene parar un poco y tratar de entender que se está diciendo cuando no se dice nada, cuando se dice que se dice algo pero en realidad se dice otra cosa, cuando se dice cualquier cosa pero nadie se hace cargo de las operaciones de prensa que suponen esas iniciativas desinteresadas, por el bien de la gente pero que sin embargo consciente o inconscientemente están armando una agenda al servicio de algún innominado.
Un caso testigo fascinante es el proyecto OLPC. Porque mas allá de las merecidas especulaciones, dudas, aplausos y críticas que el mismo merece, también está recibiendo una andanada impresionante de críticas interesadas, de zancadillas y golpes bajos y de muy pocas ganas de entender que, mas allá del resultado final del proyecto (aun en babuchas), se trata indudablemente de una propuesta de cambio paradigmeatico en lo que a entender la relación entre tecnología y educación se refiere y una invitación atractiva y desafiante a diseñar de modo innovador y duradero las aulas del siglo XXI.