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Categoría: Irreduccionismo

¿Estamos viviendo en el mejor de los mundos posibles? Borrador de un seminario

Durante el segundo año de la experiencia Maguen en México, cambiamos drásticamente el enfoque. En vez de obligar a los docentes a formarse en tecnologías para estar a la (supuesta) altura de las demandas de los alumnos, les propusimos algo mucho mas interesante. ¿Porqué no invitarlos a dar algunas clases soñadas, con un aumento de su potencia expresiva vía las tecnologías que hicieran falta? El resultado fueron los iLabs, varios de los cuales se tradujeron en clases memorables que combinaron lo que nuestra pedagoga de cabecera Mariana Maggio llama la enseñanza poderosa con la inclusión genuina. Como cada tanto conviene retomar las buenas prácticas por casa, aquí proponemos un nuevo seminario/taller, que empezaremos a circular por distintos rincones del mundo. Para su codiseño solicitamos colaboración en términos de temas, autores, lecturas, ejercicios, propuestas, etc., ya que la cuestión lo amerita, y el toolkit cognitivo que estamos construyendo en paralelo con Julio Alonso es un trabajo de todos.

¿Cómo hacer para que el futuro inequitativo que llegó hace rato se vuelva un bien común (para muchos)?

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Estamos en una misión:
se nos llama a configurar la Tierra.
Novalis

Hemos perdido el futuro pero no podemos seguir perdiendo el tiempo.

En una obra reciente mas que concisa y certera Marina Garcés (2017) hace un análisis muy poco complaciente de la anti-ilustración propia del mundo contemporáneo. Si hace 200 años atrás el gran filosofo Immanuel Kant decía que la ilustración (la emancipación de la humanidad a través del conocimiento justo y la política libertaria) no era un estado sino una tarea, Garcés sostiene que la anti-ilustración actual no es un estado, es una guerra.

Autoritarismos, fascinación por lo pre-moderno (todo pasado fue mejor), retrotopías (Bauman, 2017) son el nombre del nuevo juego. La educación, el saber y la ciencia se hunden, si no proponen soluciones laborales, técnicas o económicas (solucionismo).

Apóptosis institucional y reinvención por emergencia

libroUn libro no cambia el mundo, ni el mío ni el vuestro, ni el personal ni el colectivo. O casi nunca lo hace. A menos que se trate de una novela genial, de un ensayo desmistificador, o de un poema que sintoniza con nuestra veta más etérea y romántica, en el momento justo o junto a la persona apropiada.

Un libro no cambia a las organizaciones por más que se trate de los clásicos que han permitido reinventarlas o rediseñarlas, desde Max Weber a Frank Taylor, desde Elton Mayo a Chris Argyris, desde James March a Peter Drucker, para no hablar de los gurúes de las últimas dos décadas desde Michael Porter a Geoffrey Moore, desde W.Chan Kim a Clayton Christensen, desde Jim Collins a Eric Ries, desde Jason Fried a Peter Thiel.

Pero las organizaciones por mas dogmáticas que sea, cambian… o mueren. Muy pocas veces a la velocidad requerida, casi siempre a destiempo, sacrificando en el medios vidas e ilusiones, cumpliendo malamente sus misiones y funciones. Con algunas excepciones como Apple en sus inicios o Ultimate Software en nuestros días.

El Maestro Ignorante existe e insiste

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Podemos leer a los mil teóricos de la post- o eco-escuela, empezando con los clásicos de la escuela nueva, la escuela activa, la nueva educación, la educación nueva y otras, todas derivadas de la pedagogía progresista, y nuestras prácticas en la escuela no cambiarán un ápice.

El concepto genérico de «escuela nueva» tuvo múltiples versiones en instituciones educativas concretas, con orientaciones ideológicas muy dispares, desde el «Mouvement de l’École moderne» o Escuela Moderna de Freinet, o la Institución Libre de Enseñanza de Francisco Giner de los Ríos (de carácter liberal-progresista, identificada intelectualmente con el krausismo), hasta los proyectos de Francisco Ferrer y Guardia (de base libertaria -pedagogía en el anarquismo-), Maria Montessori, Alexander Sutherland Neill, y un largo y diverso etcétera.

10 charlas TED para (auto)rediseñarnos mejor

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Las charlas TED, exposiciones de 18 minutos de duración fuerzan al emisor a ser concreto y convincente, a desarrollar en un tiempo extremadamente corto una idea poderosa encapsulada en un envoltorio llamativo, que en las 1500 versiones del TED Global publicadas, permiten construir itinerarios formativos únicos y maravillosos, por algo duran 18 minutos y son un elixir cognitiva único.

¿Esa duración responde al tiempo de atención máximo que podemos prestarle a una narrativa científica? ¿Es cierto que el cerebro solo puede concentrarse acotadamente en un tema y durante no mas de 20 minutos? ¿Está comprobado que nuestra capacidad de retención auditiva es mínima comparada con la visual y mucho más aún con la proxémica (aprender haciendo?)

Sea cual fuera la fundamentación científica (y emocional) del formato TED, lo cierto es que éste se ha expandido viralmente por universidades y salas de conferencias, en eventos corporativos y talleres de innovación, hasta el propio Banco Mundial exige hoy que las presentaciones en su evento sean “Ted friendly” y ha generado un nuevo normal comunicacional.

Cogitamus ergo sumus

Cuando todo es ciencia y técnica (o política) nada lo es.

Ya lo decía Althusser hace medio siglo atrás de su gemela desconocida: cuando todo es política nada es política. Pero cuando nada es ciencia y técnica y nada es política es cuando se vuelve imposible entender ¿dónde vivimos? (¿de qué lado de la grieta estamos en los relatos mutuamente descalificadores que florecen por doquier?), ¿porqué el mundo ha tomado la extraña figura contradictoria (nunca hubo mayor riqueza, nunca estuvo peor distribuida) que le conocemos hoy?, ¿porqué justo cuando se proclamó a los cuatro vientos el fin de la historia, de las ideologías, de los nacionalismos, de los irracionalismos y de las injusticias, las vemos aflorar con mas fuerza que nunca, aunque quizás con menor perdfids de vdia shumanas que antaño como insiste Steven Pinker?

La mayoría de los humanos nos parecemos a la pobre rana en la cacerola hirviendo tan lentamente que no nos damos cuenta de que nos están (estamos) cocinando. Proclamamos indistintamente la autonomía de las ciencias (como factor explicativo), o nos resignamos pragmáticamente a que la política (o la ideología), justifiquen cualquier fenómeno por mas absurdo que sea -y los hay cada vez mas Trump mediante-, sin poder identificar con claridad como se articulan la ciencia y la polìtica en un mundo turbulento e incierto.

Si 10 libros no alcanzan vayamos por otros 10 mas.

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En un listado publicado hace un par de semanas atrás
Los libros del 2017 que nos sirvieron para pensar/actuar, detallamos unos cuantos detonadores meméticos sin cuya existencia al final del 2017 pensaríamos, menos, un poco peor y sin capacidad de tomar decisiones un tanto mas fundamentadas, como creemos que lo estamos haciendo gracias a su ayuda, y a la infinitas lecturas anteriores acumuladas a lo largo de mas de medio siglo.

Pero encapsular la cantidad de decenas o centenares de lecturas de un año en 20 títulos es un poco mezquino, y aunque nuestra inmensa biblioteca sigue aun escondida vergonzosamente en cajas, algunos estantes que pudimos pisperar nos guiñan los ojos y se sintieron un poco ofendidos de haber perdido sitial en este weblog.

Los libros del 2017 que nos sirvieron para pensar/actuar

Cada fin de año es una una buena oportunidad para diarios y revistas, para portales y sistematizadores de contenidos, para generadores de listados de libros, discos, películas, restaurantes y conciertos y hasta destinos turísticos, mas importantes de cada año. Todas las miradas se posan sobre aquellas especies culturales que merecen nuestra atención y apoyo. Los que se han convertido en referentes ineludibles de nuestras preferencias y atención.

Hay portafolios de una exquisitez sin fin, por la calidad de las recomendaciones, por la forma que permiten navegar la información, por las referencias cruzadas con las que se atreven como hace Best Books of 2017: NPR

Para lectores de papel empedernidos como nosotros son obvias las recomendaciones que pueden hacernos el suplemento Babelia de El Pais o la revista Ñ de la Argentina

Entrevista a Alejandro Piscitelli: Hackeo de las dimensiones escolares, pedagogía de las diferencias y tecnologías radicales

En este boletín nos adentramos en una mirada crítica sobre el formato escolar, por medio de una serie de ejemplos, de experiencias pedagógicas y de exploración de uso de tecnologías. A través de una entrevista con el filósofo y docente Alejandro Piscitelli recorreremos propuestas, formatos y materiales para observar necesidades, tensiones y posibilidades en la enseñanza y el aprendizaje dentro de la escuela. La relación con los cambios en el entorno social, en las formas de vincularse e interpretar el mundo, en las presencias y usos de las tecnologías digitales, como así también en los atravesamientos desde el arte y la ciencia en el ámbito educativo son tópicos que están presentes en este diálogo.

Licenciado en Filosofía en la Universidad de Buenos Aires, Magister en Ciencias de Sistemas en la Universidad de Louisville (Estados Unidos) y Magister en Ciencias Sociales por la FLACSO (Argentina). Se desempeña como Profesor Titular del Taller de Procesamiento de Datos, Telemática e Informática, en la carrera de Ciencias de la Comunicación UBA, desde 1996. Fue docente en FLACSO y en la Universidad de San Andrés. Entre 2003 y 2008 fue gerente general del portal educativo Educ.ar. En 2012/13 dirigió ConectarLab. Entre 2014/17 estuvo a carga del proyecto cultura digital de la Escuela Hebrea Maguen David. Actualmente es arquitecto de experiencias en el proyecto educativo UNOint en México.

La inteligencia artificial como Big Challenge

Omar Sultan Al-Ulama Un Ministro de Inteligencia Artificial de 27 años

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Pensar lo impensable es el gran desafío del siglo XXI. Diseñar lo inesperado, movernos en aguas turbulentas, desandar caminos trillados, sacarnos del lodo de nuestras confusiones e incertidumbre tirándonos de nuestros propios cabellos (bootstrapping) al mejor estilo Baron de Munchausen es precisamente lo que debemos instalar como competencias antidisciplinarias en los no-alumnos del tercer Milenio.