Disfrutamos el último desayuno bajo esa maravillosa cúpula que curiosamente antes de las 8 AM está a oscuras y pierde gran parte de su encanto. Nuestro AVE sale a las 9 de la mañana y con precisión europea (porque esto trasciende a España) a las 11.30hs estábamos en la Estación Sants en el Centro de la ciudad Condal.
Hoy somos/tenemos muchos días conmemorativos en uno. El de la (des)lealtad peronista; el de la madre que ameritará algún Facetime con la propia y una ajena; también domingo es el día mayestático del Brunch operístico en el Palace, un programa que me recomendó Pepe de la Peña cuando me trajo por primera vez en 2011 cuando coordinaba el program de Innovación digital (cuando todavía la había) “Entendiendo los cambios. Libros, ideas y autores en Fundación Telefónica” y compartí cartel con luminarias como Steven Weinberger, Clay Shirky, Sugatra Mitra, Steven Johnson y David McCandles siendo yo la excepcionalidad latinoamericana.
Como siempre las horas de sueño fueron escasas, la sorpresa de despertarnos en medio de la noche y no reencontrarnos con nuestra habitación señorial en Rincón de Milberg, muestra cuan hondo caló la cuarentena. Hoy no tenemos presentación pero tampoco nos alcanza el tiempo para avanzar en este diario de la posta-cuarentena.
Venir a Madrid implica dormir pocas horas, saltar de bar en bar y de evento en evento, tratar de asimilar la mayor cantidad de cosas en el menor tiempo posible. Ya tenemos nuestros circuitos y nuestros guías nativos, muchos ahora exiliados en las afueras de la ciudad (pandemia de por medio), que nos muestran cosas maravillosas de una ciudad semidormida sin parar , atravesada por contradicciones políticas enormes, pero con unas ganas de retomar el timón de España con una fuerza inusitada, después del descalabro catalán.
Todo es igual pero todo es muy distinto. Pisar las calles de Madrid nuevamente, ir a los mismo lugares, hacer las misma escalas, visitar a los amigos de siempre, es casi igual que antes pero un “casi” muy diferente. No solo porque en las calles hay la mitad o un tercio de transeúntes que antes (no hay turistas norteamericanos o asiáticos, rusos o de tantos otros lados de Europa). Hay algunos negocios cerrados, pero muchos otros han reabierto. Casi no se usa barbijo por las calles aunque es obligatorio puertas adentro. Pero por detrás está el ronroneo de la tragedia (como cuando llegamos a Manhattan 40 días despeus del 11S)
Hoy debió haber sido feriado en la Argentina. Pero hace rato (y más en los últimos tiempos) que se privilegia el turismo por encima del fervor patriótico. Que la gente los necesitaba malamente lo testimonian los 4 millones de compatriotas que se desplazaron por todos los puntos del país en esta versión XXL de las vacaciones anticipadas en Octubre.
Estos dos feriados fueron complicados porque debía hacer trámites que requerían varios días hábiles. Pero por suerte ello no fue óbice porque mientras tantos compatriotas trasegaban por las provincias, en la sierra o en el mar, nosotros juntábamos papeles y hacíamos trámites porque el premio era uno mayor, volver a Europa nuevamente.
Nos dimos cuenta. No estábamos dando clases en San Andrés. Estábamos creando un magazine con secciones. Mi sueño de que los docentes se convirtieran en Tinelli con contenidos se están haciendo realidad y se convirtió ahora en Intrusos o Intratables con panelistas con contenido, formato, diseño y muchos otros condimentos.
En octubre del año 2019 iniciamos nuestra primera serie de libros comentados de este proyecto titulado dieta mimética. A lo largo de ya un largo año y medio casi un centenar de títulos electrizantes y llamativos pasaron por esta redacción, fueron enviados a centenares de suscriptores, y seguramente mejoraron o cambiaron en forma profunda nuestra capacidad de hacer distinciones -y sobretodo- de conectar los puntos, hacia atrás -como nos enseñó hace ya tiempo atrás el genial Steve Jobs.
Al rato participé -siempre a través del maldito Zoom- de otra reunión con la Corporación Nordelta para discutir posibles perfiles educativos de su próximo Centro Cívico (donde hoy están la capilla y la sinagoga y donde se construye la sucursal de la Swiss Medical) con interlocutores de gran valía, tratando de imaginar el futuro a 20 años vista (un proyecto que en su plenitud difícilmente llegue a aprovechar).
Mientras nuestro presidente ha decidido reinventar al capitalismo (sin tener ni un U$ de capital), los rebrotes no hicieron volver a nadie a la Fase 1 (salvo en Australia) y la vida más o menos vuelve a ser la misma desde Febrero del 2020.
No el caso aquí donde siempre estamos de ida, donde no vemos lo que no hay que hacer y dónde no innovamos en lo que necesitamos desesperadamente hacer para salir de 70 años de decadencia (no endosables al pésimo gobierno de Macri que solo tuvo 4 años para contribuir a hacer todo mal)