La vida es siempre convulsión, pero este cuatrimestre lo fue mas que de costumbre. Al menos desde que hace ya casi dos años iniciamos estos proyectos que están cambiando la historia de la cátedra y nos han dado un empuje revitalizador. Pero una cátedra como colectivo va mucho mas alla de su presente y es impensable sin una recuperación permanente del pasado y una proyección imaginativa sobre el futuro.
En varias oportunidades recapitulé los 4 o 5 grandes tramos de nuestro devenir desde que iniciamos nuestra vida a principios de 1996. Ya no queda ninguno de los ayudantes iniciales, y ha habido una rotación notable de profesionales debido a múltiples motivos: necesidad de recibirse, elección de otros horizontes, precariedad de la relación institucional, y la lista sigue y sigue. Pero en momentos de intensidad y de alegría como los que estamos viviendo hoy, no conviene olvidarse de la trayectoria y contribución de quienes ya no están con nosotros, y mucho menos aún de quienes vienen trabajando hace una década o mas en consolidar lo que tenemos hoy.
Pueden haber cambiado el estilo o las tendencias, puede haber girado la preeminencia de ciertas modalidades de trabajo, pero en este momento de euforia es apropiado parar un poco la pelota y rendir justo tributo a quienes han hecho posible esta cátedra tal como esta configurada hoy.
El paisaje laboral del futuro está siendo diseñado por la web 2.0 y por la generación M, los que nacieron entre 1980/90: los hiperconectados. ¿Será posible utilizar las tecnologías que se usan para el marketing directo y el diseño de prosumidores fuera de la empresa, para reinventar las organizaciones por dentro? Para lograrlo conviene desbrozar que será el ecosistema del aprendizaje social, un mediador indispensable en esta transición de organizaciones 1.0 a 2.0, que busca la conflictiva reconciliación alfabetogeneracional indispensable para las organizaciones del futuro que no quieran quedarse en el camino.
Se trata de empresas en las que convivirán entre 4 y 5 generaciones, y donde los objetivos de los mileniales difieren ampliamente de los objetivos, valores y expectativas de quienes hoy tienen el sarten por el mango y el mango tambien. Así veremos aparecer promovidos concursos de reclutamiento en Youtube, cada vez se pulsarán mas las cuerdas de Twitter para identificar candidatos prospectivos y nos sumergiremos crecientemente en los videojuegos para detectar habilidades y deseos.
Como todo listado el que encontramos bautizado como The workplace engagement 2020 Model en la obra de Jeanne Meister & Karie Willeyard The 2020 Workplace. How Innovative Companies Attract, Develop, and Keep Tomorrow’s Employees Today es tan arbitrario como cualquier otro, pero mas alla de las fuentes y el procesamiento de la información, lo que estos autores comentan sirve como puntapié inicial para imaginar como diseñar el futuro de los modelos mentales de los mileniales. esa generació que invadirá masivamente la fuerza de trabajo dentro de 10 años, y que sobre la base de un acuerdo con las generaciones precedentes ya hoy empiezan a descontar el futuro de una manera notablemente distinta a como lo hicimos nosotros y las generaciones intermedias que nos separan de ellos. Hacièndolo todo muy difícil. Para nosotros peor tambièn para ellos
Veo en la pared de Facebook un video muy fácilmente caricaturizable
Fue posteado en Julio de 2007 y hoy revive gracias a que algún amigo lo uso para caricaturizar las versiones tecnofetichistas que suponen que la tecnología emparchará definitvcamente la educación. O que la tecnología es una flagrante entelequia y que todos lo sabemos.
Otra amiga aprovecha la movida para insistir que se trata del mismo discurso pero apoyado en otro aparatito. Si antes la varita mágica se llamo cámara de cine o de video, hoy seria Internet o las computadoras.
Para que tamaño tecnoreduccionismo no cunda -dicen los buenos pedagogos- lo que necesitaríamos es el exorcismo pedagógico supongo. Buenos cursos, buenas capacitaciones, buena formación docente.
En el video la monserga no está ausente y por eso el presentador/locutor insiste en que la tecnología es un gigante bobo a menos que detrás de los ojos de la cámara haya un cerebro….. su cerebro!!!!. es decir el cerebro del docente.
Hoy diríamos que detrás de los ojos deben haber muchos cerebros, especialmente el de los otros. Los discursos de los años 50 se parecerán a los de hoy, pero las realidades son bastante distintas.
Y como es tan facil hoy en dia encontrar ejemplos que se contraponen y anulan mutuamente basta posar los ojos en el muro de Facebook y encontrar que otro amigo me recomienda que vea esta pelicula Waiting for superman, cuyo trailer pone un poco mas las cosas en perspectiva.
Que la tecnología no sirve para emparchar la escuela no es ninguna novedad. Pero que al escuela se ha vuelto absolutamente autocontradictoria porque se plantea obejtivos irrealizables, porque se sigue vendiendo como escalera de ascenso social, cuando la sociedad hace rato que se ha venido abajo, y porque los discursos pedagógicos progresistas ignoran que la escuela se ha quedado sin funciones es algo que quienes se mofan de la tecnología educativa aplicada pasan demasiado rápidamente por alto
Por ello en vez de caer en la provocación de tener que elegir entre una tecnología pedagogizada o una pedagogia tecnologizada, sin que haya mayor diferencia entre una y otra, debemos tomarnos mas en serio que lo que aqui no va mas no es tanto una visión tecnoreduccionsita o pedagógica lienal sino una verdadera critica de la sociología de la educación critica. O lo que es lo mismo de nuestras lecturas ingenuas acerca de la función de la escuela en la sociedad postmediàtica.
Llueven datos para confirmar/disconfirmar que estamos entrando en una nueva fase civilizatoria. Como cada uno escande sus bisagras históricas según el calendario que mas le viene en gana (antes o después de Cristo, antes o después de Google, antes o después del capitalismo, antes o después del fordismo, antes o después de la ideología, antes o después de Perón, antes o después de los K o quien mas o menos les venga en gracia), podemos recortar y puntuar a piacere (al mejor estilo Watzlawick), y la realidad que queramos construir se apoltronará mejor o peor a nuestro relato de turno.
Durante las últimas décadas el fiel de la balanza de la filosofía de la historia osciló entre modernidad y postmodernidad, entre estructuralismo y existencialismo, entre autores y teorías, para quienes hemos hecho del consumo de símbolos, además de una necesidad cotidiana, una forma de (reproducción material) vida.
Por eso es muy dificil saber si el libro, el periodismo, o los profesores, o la publicidad o la política están moribundas o rozagantes, están en coma (natural o inducido), están por revivir o nunca murieron del todo, o si son como la hidra, autorreproducibles o como los autómatas de Von Neumann autorreplicables.
Tomemos la ya aburrida distinción libro de papel vs libro electrónico. Hace al menos 20 años que se la anunció como dipolo merecedor de discusión y enconos, de argumentos y justificaciones, peros sobretodo de inversión y de apuesta.
Porque si bien la discusión tiene mil variantes y niveles, en definitiva hay dos polos que se verán afectados en forma significativa por la transmutación del libro, o su lisa y llana desaparición, si es que eso pudiera ocurrir algún día.
Luego de 6 semanas de cursada en condiciones insólitas, y demostrando que el esfuerzo, la inventiva, las ganas y la voluntad de reinvención están mas que inscriptas en este colectivo de la Cátedra de Datos, llegó la hora del primer balance, de la recuperación de los ejes centrales de la cursada, y del inventario de caminos posibles, no solo para mejorar las producciones, sino sobretodo para ir decantando un nuevo tipo de experiencia pedagógica, que remite a distinciones inusuales, y que necesita de un mapeo permanente de conceptos sobre hechos para poder avanzar en el trabajo impulsado por la cátedra.
Hace pocos días atrás tuvo lugar en Madrid, España un interesante evento “Education Global Forum 2010” (EGF10), al cual fueron invitados líderes mundiales en educación disruptiva como Marc Prensky (quien estuvo hace poco en Buenos Aires), Eduardo Punset, Ken Robinson -valiosisimos sus últimos videos en especial Changing Paradigms (con traducciòn al castellano)
Cada mañana mi dieta es azuzada por la lectura incandescente Tweetdeck. Con amigos y colegas españoles levantados 5 horas antes, al entrar cada día tengo la ventaja y la alegría de recuperar las navegaciones de una decena de webactores que ya han balizado el ciberespacio y nos regalan artículos de diarios, informes, datos de un valor importante, que nos orienta hacia excelentes fuentes y nos abrevian nuestros propios itinerarios formativos.
Casualmente o no, dada mi estancia montevideana de fines de septiembre de 2010 muchos tweets remitieron al seminario que estuvimos haciendo junto a Antonio de las Heras en el CCE-IPES. Y lo mismo ha ocurrido con mucha de la navegación libre que hicimos esos días ejemplificando, fundamentando y aplicando muchos de los conceptos trabajados en el seminario Desafíos y nuevas alianzas dentro del aula: el docente ante las nuevas tecnologías. que se desarrolló desde el lunes 29 de septiembre hasta el viernes 1 de Octubre en Uruguay.
Un buen proyecto llega a su fin. A proyecto muerto, proyecto puesto
A principios de Octubre de 2010 están por cumplirse los dos años desde la primera vez que empezamos a pensar en el Proyecto Facebook. Las primeras reuniones que lo vieron emerger tuvieron lugar a fines de 2008, en esa época yo usaba poco y nada tanto a Facebook como a Twitter, y jamás me pude imaginar que una iniciativa puramente académica tendria los reflejos, rebotes, carambolas y la recepción que en definitiva el proyecto tuvo.
Hace un tiempo hicimos la cronología de sus principales momentos, y hemos repetido hasta el hartazgo sus supuestos, sus aspiraciones, su metodología, sus encarnaciones, los efectos buscados, los logros inesperados, la ruptura del pacto pedagógico que el mismo supuso, y que para nuestra sorpresa convertiría a una buena cátedra -que exigía mucho y planteaba lecturas de una dificultad notable- en una usina no solo de ideas y de proyectos, sino tambien y sobretodo de formatos y propuestas, casi en el borde de lo educativo, e invadiendo terrenos como la publicidad, el periodismo, las politicas editorials y vials operas indiustrias de psih.
Primero hubo un proyecto, después se produjeron dos cursadas con sus consabidos trabajos, después vinieron los 4 meses en los que codificamos la experiencia, y la cuarta y última fase fue la presentación del libro en 5 ciudades en forma sucesiva a lo largo del año 2010: Buenos Aires (Mayo), Madrid (Junio), Bogota (Julio), Barcelona (Septiembre), Mexico (Octubre)
Se habla tanto de la crisis de las profesiones P, que cuando nos encontramos con auténticos ejemplos de su superación, o no lo creemos, o pasamos por alto la existencia efectiva de pocas pero convincentes manifestaciones de su posible reinvención. Lo mismo ocurre en el sector editorial, educativo y publicitario.
La verdad es que ya estamos hartos tanto del diagnostiquismo eterno de las crisis, asi como de las treinta mil variantes bonapartistas que proclaman su resolución, para aburrirnos con mas de lo mismo, con la rectificación de nombres y sobretodo con promesas que son solo parches y retórica.
Pero también nos irrita cada vez mas no reconocer cuando de tanto en tanto alguien, generalmente un grupo, da un salto cualitativo y muestra cómo se deben hacer las cosas, qué logros son realmente discontinuos respecto de lo aburridamente existente, y cómo se los ningunea o evita con miradas condescendientes, con comparaciones ridículas o con una ignorancia corporativa que vemos aumentar día a día.
Por suerte esta vez no vamos a hablar de la post-educación, aunque cada día tenemos mas que decir al respecto, sino del post-periodismo. Y lo haremos en dos tiempos. A partir de un encuentro/entrevista que tuvimos el pasado viernes con Gumersindo Lafuente en el Café Gijon en el Paseo de los Recoletos en Madrid, complementando con una espectacular entrevista que el periodista Joseba Elola le hizo a Alan Rusbridger, director de The Guardian, en el Pais de este domingo.
El evento que vivimos en la Universidad Internacional Menendez y Pelayo fue realmente excepcional. No solo por la cincuentena de asistentes, que mas que duplicó la asistencia del año pasado, sino por la calidad de las exposiciones, los productos que se relevaron y expusieron y el interés que los participantes tienen en estos temas.
No es común tener a Olga Gil García y a Ana Maria LLopis, a Brian Kelly y muy especialmente a Steve Hargedon en un curso como University 2.0.
Nuestras ruminaciones fueron muy bien recibidas, y mejoramos muy mucho nuestra presentación sobre el Paréntesis de Gutenberg de hace un mes atrás, añadiéndole una serie de matices acerca de la post-universidad que publicaremos mañana y pasado. Así que contemos qué y cómo acontenciò todo.
Sexto cruce del Atlántico en lo que va del año 2010
Porque lo hicimos otra vez. Digo nuevamente crucé el Atlántico. Estos viajes largos que empiezan lentos, como que cuando llega el momento de la cena una hora o dos después de partidos, parece que las 10 u 11 horas que están por delante no pasarán nunca, y como el sábado me tocó un urso enorme que ocupó todo el espacio de la buenísima butaca de la salida de emergencia que habia conseguido, me resultó absolutamente imposible, intentar siquiera abrir el teclado y escribir algo.
Por suerte pude hacerlo sobre papel, aprovechando una presentación impresa que había preparado para la apertura de la reunión de esta semana en Santander donde durante tres intensos dias nos estamos dedicando a sacarle los trapos a la universidad como pocas veces lo hicimos en casa.
Y como hace pocos días falleció José Luis Brea, a quien nunca conocí personalmente pero de cuyas obras disfruté mucho, y porque casualmente buscando otros libros cayó en mis manos Cultura_RAM. Mutaciones de la cultura en la era de su distribución electrónica publicado en el 2007 (completo aquí), que inesperadamente contenía un capítulo integro dedicado a las universidades, el avión fue el lugar indicado para mechar lugares comunes, slides rimbombantes pero poco analíticas, ideas y conceptos, que han venido desfilando en los últimos meses por mi pantalla interna, junto con los aportes de Brea, que sabía de que hablaba, mostraba haciendo donde debíamos ir, nos evitaba encallar en los lugares comune, e hizo aportes mas que interesantes para la quijotada que hemos emprendido esta semana en la Universidad Menendez y Pelayo en Santander.
Se juntan aquí muchos cruces y conviene recorrerlos con cierto detalle y cuidado. Porque este es mi tercer viaje a Santander, pero el segundo que hago en 2 meses. Parecen días nomas cuando estuve en el seminario organizado por la misma universidad cuando iniciaba sus cursos de verano sobre Finanzas y Tecnología y con Pepe de la Peña llegamos a ver el prometedor, pero finalmente vacuo, triunfo de Argentina sobre México.
«En el momento en que Martin Lutero clavó sus tesis en la puerta de la catedral de Wittenberg, el papado perdió la mitad de su valor de mercado» (Paul Saffo).
El libro Designing Mediaeditado por Bill Moggridge es de una exquisitez sin igual. Dividido en 6 secciones: 1. Here to stay, 2. Yes we can, 3. New connections, 4 Both Worlds, 5 Content is king y 6. Let the truth be told, es una manual excepcional cuando de pensar y rehacer medios se trata.
Iniciamos esta saga recuperando la primer entrevista que Moggridge le hace a Paul Saffo, un forecaster y no un futurista (aquí la versión en video en inglés, de la cual nuestro comentario es apenas una glosa respetuosa buscando aristas para generar nuevos medios.