‘no great improvements in the lot of mankind are possible, until a great change takes place in the fundamental constitution of their modes of thought.’ (Stuart Mill Autobiografía, 1873)
De encrucijada en encrucijada
Que estamos en una encrucijada, no solo técnico-material sino también social-emocional y moral -pero sobretodo política, es algo que comprobamos cada día. Lo que no está tan claro -salvo para voceros como nosotros obsesionados con la cuestión- es que no estamos preparados ni intelectual, ni filosófica y -menos aun moralmente-, para hacernos cargo del mundo que estamos creando.
Las categorías de distinto nivel que nos han servido para navegar en los milenios finales del Holoceno (últimos 11.700 años desde la mas reciente glaciación), ya nos nos sirven. En vez de escandalizarnos e indignarnos -como hacemos a diario-, deberíamos en cambio dirigir nuestras energías para reinventar nuestras nociones de libertad e igualdad, de poder y propiedad y de qué significa en 2018 que un sistema sea democrático (con los ejemplos extremos de China y USA como respuestas posibles a la pregunta equivocada).