Y llegó el momento del arte-washing…
Las enormes empresas del capitalismo de plataformas, que están dominando no sólo el diseño de información, sino que encima están haciendo la mayor campaña de publicidad jamás vista, vendiendo a la inteligencia artificial como al snake-oil (aceite curalotodo) de todos los males del mundo, han llegado por fin a tocar la puerta del lugar recóndito y contracultural que intentaba salvaguardar las dimensiones más irreductibles de lo humano.