Ludwig von Bertalanffy -uno de los abuelos fundadores de la Teoría General de los Sistemas- definió a la equifinalidad como un final cerrado. A diferencia de las confrontaciones políticas y de los resultados de los matches deportivos (nada casualmente los únicos eventos del futuro que los reyes de la transmisión imaginan en vivo, el resto vendrá enlatado y precintado en TIVO´s y aparatejos semejantes) la equifinalidad es la crónica de un final anunciado. Cambiarán las formas de llegar a el, se explorarán diversos caminos, pero finalmente el destino entrevisto desde un inicio será alcanzado.
Tomándonos en solfa a la filosofía y en serio a todo lo demás