Profesor Titular del Taller de Procesamiento de Datos, Telemática e Informatica. Carrera de Ciencias de la Comunicacion, Facultad de Ciencias Sociales, UBA. Profesor Escenario del Futuro UDESA. Profesor Universidad Nacional Tres de Febrero.
Hacía mucho que no iba más allá del jardín de mi casa. Pero hoy tuve que ir a la entrada a por fuerza menor. Por suerte los dos búhos están en su nueva morada, ya que los aguiluchos se apoderaron del pilar donde vivían antes. Los martes es un día de lujo porque sesiona el grupo de discusión de los martes:P el Tararuas Band Club, creado a estos fines de superivencia intelectual y emocional.
Y llegó el jueves santo, que esta vez no tuvo nada de jueves ni de nada de santo. Como bien muestra un meme ya no tenemos días de la semana sino solo el sufijo -day (porque los prefijos sun-, mon-, tues-…) se repiten monótonamente. Aunque no llegamos al extremo de algunos de nuestros alumnos que viven en pijamas, duermen de día y respiran de noche, esta prolongación sine die tiene un efecto adormecedor.
Como decía Bernie Neustadt «no me dejen solo«. Ya pasaron muchos días desde que empezamos la cuarentena. Las rutinas pueden mas que el aburrimiento o el confinamiento. Desde muchos lados se empieza a hablar de una lenta liberación a partir del 13/4 [lo que es el wishful thinking]. Los datos no cierran. El crecimiento del contagio es lineal. Pero no testeamos a casi nadie [y no lo haríamos sino un mes mas tarde, a destiempo, sin insumos y sin estrategia] .
Dos semanas antes del inicio de la cuarentena iniciamos junto a Julito Alonso una cursada inolvidable en la carrera de Diseño en la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Andrés. Aquí en versión hiperresumida el objeto encantado de cada uno los 6 grupos de Escenarios del Futuro en los que se dividieron los cursantes. Gracias a todos
Hace años que queríamos dictar una materia rara, fuera de todo parámetro. No porque no lo hubiésemos logrado en la UBA durante un cuarto de siglo en sucesivas mutaciones. Cambiando incesantemente de programas, armando equipos grandes que iban rotando a medida que los alumnos devenían ayudantes, egresados y seguían sus múltiples ánimos e historias de vida.
Marina Umaschi nació en Buenos Aires, estudió Comunicación en la UBA (donde fue ayudante de la Cátedra Comunicación II de Anibal Ford y mía). Dimos juntos talleres de epistemología constructivista y proto-digitalismo en La Universidad Nacional de La Plata y de Epistemología sistémica en La Matanza y de epistemologías virtuales en el Instituto Nacional de Antropología entre los años 1992 y 1994)
Cuando una de las primeras Quadra 840AV Multimedia de Apple llegó a la Argentina la usamos para armar una presentación multimedia sobre el 25 de Mayo para estudiantes de secundario en Astound un programa pionero. Allí juntamos a Castelli con Serrat y a Moreno con algún tango. Nos llevó como 40 horas de trabajo y apenas duraba unos minutos.
Primer día gris de la cuarentena. Menos consumo de ficción que la que practicábamos cuando estábamos de vacaciones. Nuestros vecinos hacen trampitas y alojan hijos por una noche, la guardia llama al 134. Se preocupan de que las piletas de las casas en construcción, y que el pasto no crezcan tanto como para alimentar al dengue. Colapsan los ingresos cerrados a la capital. Los municipio se creen countries norteamericanos y bloquean los caminos. Los camiones no pueden abastecer, los médicos llegan tarde a trabajar. Tenemos que acumular paciencia y rezar (aunque seamos agnósticos).
Hace exactamente 60 días nos propusimos con un grupo de tertulianos de un círculo de lectura que todos los integrantes transcribiéramos experiencias de lo vivido a partir del día 1 de la Cuarentena iniciada el Viernes 20 de Marzo en Argentina. Podía tratarse de testimonios, fotos, citas, algún tweet. Buscaríamos focalizarnos en COMO la estábamos viviendo, QUE estábamos sintiendo, PORQUE creíamos que nos está pasando esto, y COMO creíamos que será el mundo una vez que (esta) pandemia termine.
Aunque nuestro metier está bastante alineado con la educación, o mejor con la contra-educación, durante estos 60 días de cuarentena hemos escrito poco y nada, y especialmente nada de nada en materia tecnoeducativa. En parte porque estamos hartos del simulacro de normalidad que implicó el pasaje militar a la virtualidad. En parte porque vemos que sesgos de todo tipo están incapacitando imaginar otros futuros (y empezar a construirlos). En parte porque ahora se está endiosando la presencialidad de las escuelas y las universidades, como si fueron lugares de aprendizaje señeros. Hace rato que eso no sucede, salvo en casos excepcionales. En vez de aprovechar la pandemia para teñir con esa excepcionalidad (para nosotros la red de Colegios Montserrat y la Universidad Minerva y Team Labs serian excelentes ejemplos a seguir), caimos nuevamente en la tentación de endiosar el pasado, y a escaparle como a la peste a un futuro sin sorpresas. Así las cosas imaginar operativamente como podríamos hacer las cosas distinto (como mucha gente lo hacía antes de la pandemia y otra lo volverá a hacer después) es indispensable. Lástima que en el medio casi todos miran para otro la