Como siempre las horas de sueño fueron escasas, la sorpresa de despertarnos en medio de la noche y no reencontrarnos con nuestra habitación señorial en Rincón de Milberg, muestra cuan hondo caló la cuarentena. Hoy no tenemos presentación pero tampoco nos alcanza el tiempo para avanzar en este diario de la posta-cuarentena.
Venir a Madrid implica dormir pocas horas, saltar de bar en bar y de evento en evento, tratar de asimilar la mayor cantidad de cosas en el menor tiempo posible. Ya tenemos nuestros circuitos y nuestros guías nativos, muchos ahora exiliados en las afueras de la ciudad (pandemia de por medio), que nos muestran cosas maravillosas de una ciudad semidormida sin parar , atravesada por contradicciones políticas enormes, pero con unas ganas de retomar el timón de España con una fuerza inusitada, después del descalabro catalán.
Hoy debió haber sido feriado en la Argentina. Pero hace rato (y más en los últimos tiempos) que se privilegia el turismo por encima del fervor patriótico. Que la gente los necesitaba malamente lo testimonian los 4 millones de compatriotas que se desplazaron por todos los puntos del país en esta versión XXL de las vacaciones anticipadas en Octubre.
Estos dos feriados fueron complicados porque debía hacer trámites que requerían varios días hábiles. Pero por suerte ello no fue óbice porque mientras tantos compatriotas trasegaban por las provincias, en la sierra o en el mar, nosotros juntábamos papeles y hacíamos trámites porque el premio era uno mayor, volver a Europa nuevamente.
Tantos empleados y tan poco interés por lo que hacen
Antes de la pandemia, sólo un 5% de la población mundial en condición de formalidad estaba contenta con su trabajo. Si bien la oferta formativa no convencional ha explotado en los últimos 10 años (para contrarrestar la inocua formación universitaria cada vez mas desfasada tanto de las competencias exigidas por un mercado laboral de intangibles, pero también de cosmovisiones globales perdidas), son muy contados los ejemplos de centros de entrenamiento que estén sintonizados con diseñar el futuro en vez de meramente dedicados a emparchar el pasado.
Nos dimos cuenta. No estábamos dando clases en San Andrés. Estábamos creando un magazine con secciones. Mi sueño de que los docentes se convirtieran en Tinelli con contenidos se están haciendo realidad y se convirtió ahora en Intrusos o Intratables con panelistas con contenido, formato, diseño y muchos otros condimentos.
En octubre del año 2019 iniciamos nuestra primera serie de libros comentados de este proyecto titulado dieta mimética. A lo largo de ya un largo año y medio casi un centenar de títulos electrizantes y llamativos pasaron por esta redacción, fueron enviados a centenares de suscriptores, y seguramente mejoraron o cambiaron en forma profunda nuestra capacidad de hacer distinciones -y sobretodo- de conectar los puntos, hacia atrás -como nos enseñó hace ya tiempo atrás el genial Steve Jobs.
Al rato participé -siempre a través del maldito Zoom- de otra reunión con la Corporación Nordelta para discutir posibles perfiles educativos de su próximo Centro Cívico (donde hoy están la capilla y la sinagoga y donde se construye la sucursal de la Swiss Medical) con interlocutores de gran valía, tratando de imaginar el futuro a 20 años vista (un proyecto que en su plenitud difícilmente llegue a aprovechar).
Mientras nuestro presidente ha decidido reinventar al capitalismo (sin tener ni un U$ de capital), los rebrotes no hicieron volver a nadie a la Fase 1 (salvo en Australia) y la vida más o menos vuelve a ser la misma desde Febrero del 2020.
No el caso aquí donde siempre estamos de ida, donde no vemos lo que no hay que hacer y dónde no innovamos en lo que necesitamos desesperadamente hacer para salir de 70 años de decadencia (no endosables al pésimo gobierno de Macri que solo tuvo 4 años para contribuir a hacer todo mal)
VIERNES 31 DE JULIO (DIA 131)Hace pocos días @lamanuc me nominó para que recomendara libros en Facebook. La quiero mucho a Manuela Calvo pero esas nominaciones no me resultan divertidas, así que no creo que acepte su challenge [no lo acepté]. Lo que no quiere decir que no esté interesado en recomendar libros, y más en tiempos de pandemia, donde cada día nos caen 3 o 4 nuevos en las manos, y sobretodo nos raspan las neuronas.
Todos los días metemos la nariz en algún texto recién encontrado, o referido por alguien, o que ya teníamos en las faltriqueras pero al que no podemos acceder porque el maldito eBooks no nos deja exportar todos los títulos para armar una buena base de datos [nunca lo permitió, intentamos con Calibre al final lo estamos haciendo a manopla]. Con más 1500 [hoy ya son cerca de 2800 incluyendo unos 300 PDF] títulos distribuidos aleatoriamente en unas 20 categorías es literalmente imposible saber qué tenemos, donde está o cómo usarlo del mejor modo.
Por ahi nos quieren vender herramientas truchas que supuestamente bajan la info pero las sucesivas actualizaciones del sistema operativo de Apple vuelven cada vez más opaca esta transferencia.