Apenas se gastó el primer trimestre del año ya estamos entreverados en muchos frentes: conferencias internacionales, redes sociales, medios del futuro, escuela 1@1, y seguramente…
Tomándonos en solfa a la filosofía y en serio a todo lo demás
Apenas se gastó el primer trimestre del año ya estamos entreverados en muchos frentes: conferencias internacionales, redes sociales, medios del futuro, escuela 1@1, y seguramente…
Cada día esperamos mas de la tecnología y menos de las personas
Los árboles tapan cada vez mas al bosque. No me pregunten cómo lo logran, porque me cuesta cada vez entenderlo mas. Pero el fenómeno se ha convertido en un commodity y no hay día que pase, Twit que nos llegue, comentario que aparezca en un diario de divulgación general o en revistas especializadas, ya sea on- u off-line que no se refiera a este incómodo hecho.
Queda claro que por motivos indecibles cada día esperamos mas de la tecnología y menos de la gente -como fabulosamente bien subtituló Sherry Turkle a su último libro Alone Together (que de paso le hace mas que buen eco al famoso Bowling alone. The Collapse and Revival of American Community de Robert Putnam).
No es menos cierto que cada vez -especialmente en el campo escolar- apostamos mucho mas al software y al hardware que a los átomos de carbono que forman esa entidad denominada docente.
Queda claro que a medida que las mediciones muestran resultados cada vez mas endebles y lamentables en el aprendizaje formalizado y repetitivo, a mas de uno se le aparece como inevitable la necesidad de reemplazar a los docentes-dicentes por robots de un tipo que aún no existe. Pero que de hacerlo se parecerían cada vez mas a Sócrates, y cada vez menos a mi profesor de historia del secundario, (mío o vuestro poco importa la diferencia, aunque yo me acuerdo muy bien del mío y no se lo recomiendo a nadie).
Hay aquí tantas cuestiones entreveradas que no sabemos por donde empezar a tirar de la piola, especulando con que en vez de perdernos mas en el laberinto, llegaremos por fin a algún Minotauro, y que encima en vez de matarlo de lo que se trataría es de acariciarlo y domesticarlo.
Husmeando ideas
Las librerías te/nos dan sorpresas, especialmente como ocurrió este fin de semana en Madrid, cuando rasgados por un calor infernal típico de los últimos veranos europeos, y habiéndonos alojados a pasos de la Casa del Libro en la Gran Via, aprovechando espacios con aire acondicionado y bastante tiempo para languidecer en esos monumentos del conocimiento que son algunas librerías españolas, nos empachamos de textos y datos.
Sea como fuere, cuando ese espacio que convierte a una librería en una biblioteca de anaqueles abiertos tiene lugar, cada tanto me dedico a examinar con bastante detalle algún área del conocimiento que me llame la atención. Por eso y sabiendo que la Casa del Libro tenia una colección educativa fabulosa dediqué un par de horas a revisarla exhaustivamente.
Y la tarea pagó con creces porque encontré 4 o 5 textos claves que orientarán mucho mas finamente nuestra análisis y práctica de la postpedagogía en los meses por venir. A la vez que aclararon nuestras filiaciones siempre entrevistas con la Escuela Nueva de principios del siglo XX, pero también determinarán nuestro alejamiento definitivo de los intentos de reiteración broadcastera que estamos viendo con la introducción masiva de máquinas 1 a 1 en la escuela, en la versión canónica, que esperamos se abra a otras variantes.
Pero ya nos estamos aburriendo y estamos aburriendo a nuestros lectores/seguidores con tanto discurso antipedagógico en dirección de la reinvencion de las 4 P, algo sobre lo que trabajaremos colectivamente en el curso #Reinventate2010 que se inició el lunes de esta semana y que al día de hoy cuenta con 150 inscriptos.
Y como siempre que nos metemos en algo, ya queremos saber mucho mas de lo que viene después, que lo que hay que elaborar entre. ¿Quién sabe que bendición/maldición nos ungió con esta fuga hacia adelante, que en rigor muchas veces, dado el carácter retroprogersivo de nuestra experiencia no es sino «reculer por mieux sauter»?
Best-sellers (denuncias) eran los de antes
Hace mas de una década que los libros de denuncia no tienen ni la tirada, ni el impacto, ni los lectores, ni el nivel de discusión de los que vieron la luz a mediados de los años 90 en plena descomposicion menemista. Cuando Robo para la Corona: Los frutos prohibidos del árbol de la corrupciòn de Horacio Verbitzky sobrepasó la venta de mas de 250.000 ejemplares
En los últimos años hemos visto de todo, alejados de esa década menemista tan aparentemente de fácil crítica. Desde Reina Cristina, una genuflexa biografía de nuestra presidenta en la pluma de Olga Wormat, a una reciente máquina de criticar al poder K como es El dueño de Luis Majul . Desde una biografía hecha a la medida de Hector Magneto por parte de Juan José Lopez, hasta una autobiografia de Franco Macri El futuro es posible. Mi experiencia de medio siglo como empresario en la Argentina, mostrando la generosidad de nuestro país que soporta cualquier cuento y permite que todos enhebremos nuestros propios relatos.
O te diré quien queres ser, o a quien te queres parecer, o a quien sería bueno que uno le copiara los hábitos de lectura, de información, de actualización, de entendimiento.
Como bien dice Daniel Pink en su propositivo (aunque demasiado light «A whole new mind«) en un intento de despertar algunos de los sentidos que tenemos tan dormidos, obnubilados como estamos por la predominancia del lado izquierdo del cerebro, un buen ejercicio sería hojear revistas de todo tipo, porque son un encapsulado de tendencias y de posibilidades.
A veces tenemos que mirar aquellas que están en las antípodas de nuestros intereses y gustos, porque hay que encontrar lo nuevo, desentumecedor, arisco o desfachatado en donde menos lo esperamos.
Debatir lo imposible
Los argentinos somos capaces de debatir lo indebatible, y al revés de no debatir lo debatible. Fallos como los de la Cámara de Apelaciones de la provincia del Neuquén que consideraron que “es posible un embarazo sin acceso carnal” y que “no puede descartarse que no haya habido introducción ni siquiera parcial del pene en la vagina”, al referirse al abuso por parte de una nena de 12 años del crápula de un policía retirado de 73 años, nos dejan pedaleando en el aire. Mientras, somos bombardeados a diario por infinitos discursos acerca del debe ser, de lo que yo haría si estuviera en tu lugar, de una oposición que se cree santa y divina y siempre sabe lo hay que hacer hasta que llega al gobierno y allí se olvida de todo de repente, etc. etc.
Pero si casos extremos como estos nos indignan y nos sumen en la perplejidad, lo que debería llamarnos mas la atención es la sumatoria permanente de excentricidades, barbaridades, incomprensibilidades, fenómenos extravagantes y teratológicos que por su número, frecuencia y aparición en los mas diversos ámbitos algo nos deberían estar diciendo como síntoma. Porque es tan sistemática y generalizada su aparición y propagación que mucho mas que de una casualidad o eventualidad debe tratarse seguramente