Dos semanas antes del inicio de la cuarentena iniciamos junto a Julito Alonso una cursada inolvidable en la carrera de Diseño en la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Andrés. Aquí en versión hiperresumida el objeto encantado de cada uno los 6 grupos de Escenarios del Futuro en los que se dividieron los cursantes. Gracias a todos
Hoy (mediados de abril) las tapas de todos los diarios del mundo están tapizadas con notas acerca del severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 (SARS-CoV-2)
En el caso argentino toda la agenda pública instalada en infinitas conversaciones acerca de la obsesión del (no-pago) de la deuda (interna y externa) y de las posibilidades de hacer crecer a una país descreído, arruinado y desmantelado prevalecientes hasta los primeros días de marzo, se derritió como un helado (aunque la semana pasada volvimos hincarle el diente a ese hueso duro de roer).
Después del inicio general de la primera semana de nuestra nueva materia con Julito Alonso en la Carrera de Diseño de la Universidad de San Andrés, en esta segunda reunión incorporamos nuevos materiales, sistematizamos sitios y bibliografía, asistimos a presentaciones de los alumnos, y fuimos mechando visiones, lecturas, enfoques y antecedentes, para ir delinenado una mentalidad o inteligencia prospectiva (o futurizadora).
La década de 1960 fue la segunda década prodigiosa del siglo XX. Previamente los roaring 20’s, o «Jazz Age» (años locos) fueron la primer década en tener un apodo: «Roaring 20s». Los locos años veinte obtuvieron su nombre de la exuberante cultura popular que definió a la década. Fue la década que creó un cambio político y social dramático, abrió la libertad para las mujeres, y masificó la apropiación de los avances en las ciencia y en la tecnología.
Nos encanta hacer reseñas de los mejores libros leídos durante el año. Con tantos viajes, encuentros y publicaciones fabulosas que brotan cada año diciembre/enero son los momentos de pasar en limpio compras, regalos y pirateadas. No es que lo dejaremos de hacer, pero dos posts recientes de Jordi Carrión nos pusieron en un brete.
En el primero Un nuevo canon cultural en diez objetos, Jordi nos proveyó una lista no tradicional: una antología de objetos que conforman, en conjunto, el retrato de una época que ha borrado los límites entre la alta cultura y, por ejemplo, una historia de Instagram. Globalmente denominó a sus radiografiados como Objetos Culturales Vagamente Identificados (OCVI), e incluyó en el set a una visualización de datos, una campaña publicitaria, una lista de reproducción, un proyecto transmedia, una historia interactiva y varias mas.
Volvimos a encontrarnos con Mariana Maggio en la primera sesión del seminario Filosofía de la innovación en la UNTREF. Esta vez coincidimos en nuestra reverencia por textos seminales ligados a la cultura digital (Castells, 2001; Serres, 2013; Baricco, 2019), y sobretodo en que estamos asistiendo a una nueva fase de la transición del mundo letrado de Gutenberg, con sus verdades monológicas, la detección de inconsistencias, la secuencialidad y la linealidad, a otro muy distinto y ortogonal con el anterior.
1. Diseñando espacios de aprendizaje extra-curriculares y curriculares.
Al tercer día de trabajo ya teníamos por detrás muchas horas de diseño y de diálogo, lo que nos permitió avizorar con mucha mas precisión hacia dónde debíamos dedicar nuestro ingenio y esfuerzo.
Por ello después de haber revisado innumerables experiencias de Labs de Artes y Ciencias, de recuperar experiencias ajenas y propias, de bucear en nuestra propia experiencia de de estar diseñando espacios de aprendizaje extra-curriculares, pero también curriculares, desde hace 7 años
empezamos a centrarnos en textos, experiencias, ejemplos, demos y desafíos que podrían servir de trasfondo de escucha para hacer nuestra propia Montserrat experience.
No siempre pero bastante seguido hacemos el listado de los libros que nos rompieron la cabeza durante el año en curso apenas transcurrido. Es un rito que no le hace mal a nadie, que ordena retrospectivamente nuestro gusto insaciable por los temas mas diversos y que nos lleva a justificar nuestras inversiones cognitiva (aunque cada vez compramos menos comparativamente con décadas pasadas).
Además estos listados son cada vez mas fragmentarios, limitados e inconclusos. Porque como en este caso están limitados a los libros de papel que han pasado por nuestras manos (a nivel de lecturas de solapas han sido muchos centenares), y que por razones de empatía, decoro o mucha ganas, han terminado por engrosar los estantes ya atiborrados de una biblioteca en estado de desquicio total (prometemos que la pondremos a cero en el 2019).
Y por otra parte propuestas como las de de Pierre Bayard en Cómo hablar de los libros que no se han leído, Anagrama 2011 (original 2007) vuelve aun mas inútiles a listados como el nuestro. Aun así nos llevamos (le llevamos) la contra a Bayard y hacemos nuestra síntesis anual con la misma
Porque en Cómo hablar de los libros que no se han leído, Bayard no solo asume con naturalidad nuestra sempiterna condición de no-lectores (por mucho que seamos ávidos devoradores de libros, el número de lecturas pendientes siempre será infinitamente mayor), sino que convierte esa en apariencia vergonzante no-lectura en el núcleo mismo de la lectura
Hace mucho tiempo que nos conocemos, nos admiramos mutuamente, y nos queremos con Mariana Maggio. Hemos hecho recorridos paralelos, tenemos amigos (no se si ella tiene enemigos, creo que yo si) comunes, y discrepamos en temas de fondo, cual es la relevancia de la pedagogía y la didáctica y el rol estratégico (o no) de los docentes en la transmisión. Ello no empece cuanto valoro su pasión, su claridad conceptual, su clarividencia metodológica, y su compromiso con los que hacen cada día mejor (el trabajo sobre los otros como dice Francois Dubet en El declive de la institución Profesiones, sujetos e individuos en la modernidad) hoy tan vapuleado.
A pesar de que nos hemos visitado mutuamente en nuestras cátedras, y hemos publicado a cuatro manos, y compartido paneles varios, nunca hasta este sábado habíamos dado una clase a dos voces.
Por eso aprovechando una oportuna convocatoria de la Universidad Provincial del Sudoeste (UPSO), una casa de altos estudios innovadora, que se come a experiencias el territorio, de la mano del rector Hernan Vigier y su avispado equipo, nos juntamos este pasado sábado en Bahía Blanca, y el show nos salió de periquetes
Durante el segundo año de la experiencia Maguen en México, cambiamos drásticamente el enfoque. En vez de obligar a los docentes a formarse en tecnologías para estar a la (supuesta) altura de las demandas de los alumnos, les propusimos algo mucho mas interesante. ¿Porqué no invitarlos a dar algunas clases soñadas, con un aumento de su potencia expresiva vía las tecnologías que hicieran falta? El resultado fueron los iLabs, varios de los cuales se tradujeron en clases memorables que combinaron lo que nuestra pedagoga de cabecera Mariana Maggio llama la enseñanza poderosa con la inclusión genuina. Como cada tanto conviene retomar las buenas prácticas por casa, aquí proponemos un nuevo seminario/taller, que empezaremos a circular por distintos rincones del mundo. Para su codiseño solicitamos colaboración en términos de temas, autores, lecturas, ejercicios, propuestas, etc., ya que la cuestión lo amerita, y el toolkit cognitivo que estamos construyendo en paralelo con Julio Alonso es un trabajo de todos.