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Categoría: Tendencias

De estratificaciones, accountability y organizaciones egoístas

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Estratificación y responsabilidad gerencial

Cuando hace un par de años atrás Ricardo Czikk me pidió que leyera una nota de Harald Solaas (lamentablemente desaparecido en Octubre de 2012) inspirada de pe a pe en su aprendizaje de las ideas de Elliott Jacques me negué, diciéndole que aunque me parecía llamativamente convincente y de un rigor intelectual sin par, había «un no se qué» que me hacía ruido en su planteo, pero que rebatirla sería sumamente arduo y requeriría de un tiempo y una energía enormes, que no estaba dispuesto a invertir entonces, y como terminó sucediendo, tampoco ahora.

No es la primera vez que me encuentro con interlocutores formidables que cumplen con el axioma central de la discusión creativa cual es de que no se piensa a favor de ciertas ideas o pensadores, sino que se piensa en contra. Como la realidad es lo que se nos resiste (dixit Max Scheler), la realidad de las ideas ajenas es lo que pone en marcha el motor de nuestra propia capacidad de reflexión, de crítica y de superación (provisoria) de las ideas de los demás. Y en este sentido la dupla Solaas/Jacques despierta grandes dosis de discrepancia argumentativa.

Una idea es batesonianamente una diferencia que hace una diferencia. Para Solaas esas diferencias en el pensamiento de Jacques están encapsuladas en dos máximas de un poder enorme cuales son la estratificación natural del trabajo humano y la responsabilidad (accountability) gerencial.

Ciencia abierta y mentes cerradas en la era de las desintermediación desenfrenada

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En el mundo hay mucha gente que piensa y hace de lo mejor. Antes identificarlos era mucho mas difícil porque vivíamos en un mundo de escasez, de bajo acceso, de nichos incomunicados. Hoy gracias al poder desintermediador de Internet estas murallas (como las de Loudun) empiezan a derribarse, y de pronto es posible entablar conversaciones y fomentar encuentros de alto voltaje intelectual, aunque vivamos a miles de km de distancia, o cuando nuestros antecedentes de encuentros físicos hayan sido mínimos. Despues de haber departido con Joaquín Rodríguez y Antonio Lafuente en algunas ocasiones, habiendo leído La Nueva Ciudad de Dios. Un Juego Cibercultural Sobre el Tecno-Hermetismo con coautoria de Andoni Alonso, estos tres quijotes de lo abierto me pidieron un prólogo para su próxima obra a ser publicada en Cátedra bajo el titulo “Todos sabios! Ciencias ciudadana y conocimiento expandido”. Mas alla de mi vagancia crónica y de lo cómodo que es leer en vez de escribir, ante su insistencia no me quedó sino complacerlos y he aquí lo que su excelente obra despertó como eco ligeramente desfasado. Gracias amigos

Dar la vida por lo abierto

Enero de 2013 nos despertó con una noticia que jamás habríamos querido encontrar como titular de algún medio y mucho menos ver devenido en un hashtag muy concurrido en la red. Un joven de 26 años se suicidaba, no por motivos amorosos o por algún desengaño político, sino por haber sido amenazado por una fiscal federal de USA con penas de 30 años de cárcel y 1 millón de dólares de multa por haberse animado a regalarle al mundo una base de datos conteniendo 4 millones de artículos científicos.

El juicio que debería haberse celebrado a principios de abril del 2013 lo ponía entre las cuerdas, no por haber intentado (y logrado) hacerse de números de tarjetas de crédito, no por haber usufructuado información confidencial en provecho propio o de terceros, no por haber descollado en el comercio algorítmico, no por haber ganado un sólo centavo con sus habilidades magistrales habiendo convertido al código computacional en un arte. Sino porque usufructuando clandestinamente la red del MIT y sus credenciales -el que era un alumno de lujo de Harvard- logró acceder a la base de datos de JSTOR (archivos académicos) y descargar 4 millones de archivos sin siquiera ocultar su identidad. Al punto de que en cuanto se descubrió que había enchufado una portátil a la red y que era suya, entregó los discos y JSTOR quiso que todo terminara -no asi el gobierno de USA y el propio MIT.

El suicida se llamaba Aaron Swartz y fue uno de los activistas de Internet que hicieron de la libertad de expresión y de la internet abierta una de sus banderas; fue parte gigante del freno a SOPA/PIPA, y como hacker había colaborado en la especificación RSS a los 14 años y hasta cofundado REDDIT en 2010 .

Como bien dijo Cory Doctorow en una de las innumerables obituarios que sacudieron a la red: “Para el mundo: todos perdimos hoy a alguien que tenía más trabajo por hacer, y que hizo del mundo un lugar mejor cuando hizo su trabajo.”

Este infortunado suicidio de Swartz está mas que ligado a la tesis de Antonio Lafuente/Andoni Alonso/Joaquín Rodríguez acerca de que ser sabios no es cosa de unos pocos. ¿Cómo es posible establecer este inesperado paralelismo?

Interfases del futuro, de la ciencia ficcion a la crasa realidad y vuelta Primera Parte de Varias

Viñetas de un futuro que aún no llego… por suerte

Una de las escenas mas dramáticas de la historia del divorcio entre humanos y máquinas pertenece a la película de Stanley Kubrick 2001. Odisea de espacio. (1967). A la orden dada por el astronauta Frank Bowman a HAL (Heuristically programmed ALgorithmic computer), la computadora que controla al Discovery One, la nave que lo lleva a Jupiter sin que él lo sepa: «Open the door Hal» varias rondas de conversación mas tarde Hal contestará: «I know that you and Frank were planning to disconnect me, and I’m afraid that’s something I cannot allow to happen«. (Hal 9000 VS Dave – Ontological scene in 2001: A Space Odyssey). El gran impact psicológico de esta desavenencia trágica está dada por el tenor de la voz humana de Hal. Para desafiar a un humano nada mejor que hacerlo en un registro verbal terso y convencido. Cuando se trata de discusiones ligadas a la vida y a la muerte nada mas potente que un tete a tete sonoro.

En Star Trek IV: The Voyage Home (1986) que transcurre en el año 2286 al ingeniero Montgomery Scott confrontado con una computadora del siglo XX le acercan un mouse (disponible públicamente recién dos años antes gracias a la Mac 128K) y él le habla como si fuera una interfaz verbal (natural en su futuro), hasta que alguien le recomienda que use un teclado (natural en nuestro presente).

En Minority Report (2002) así como en IronMan 2 (1992) nos encontramos con interfases hápticas y gestuales que todavía hoy nos sorprenden por su belleza, eficacia pero sobretodo diferencia abismal con las interacciones efectivas que tenemos con las computadoras actuakes, que oscilan desde una primacía casi total de los teclados y el mouse en las desktops y portátiles, hasta la presencia creciente de las interfases táctiles (hipereduccionistas, lo que un critico ha denominado Pictures under screens) en las tabletas y en las computadoras híbridas.

Las “Digital Humanities” y como pensamos en la era de la análitica cultural. 2da Parte

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Tecnogénesis y coevolución

La propuesta de Katherine Hayles no se agota con la presunción de que pensamos distinto porque los medios con los que interactuamos son muy diferentes de los que predominaron durante los 500 años de hegemonía de la imprenta. Mas alla de este semitruismo mcluhaniamente plantea que estas diferencias son atribuibles a una tecnogénesis, dado que los humanos y la técnica hemos coevolucionado desde el fondo de la historia tal como se comprueba con la emergencia del bipedalismo junto con a manufactura de herramientas y al transporte en una causalidad recíproca continua.

A ello debemos sumarle el efecto Baldwin según el cual cada vez que ocurre una mutación genética su dispersión a través de la población se acelera cuando la especie reingenieriza su entorno de modo tal que la mutación sea mas adaptativa. Los cambios epigenéticos iniciados y trasmitidos a través del entorno en vez de a través del código genético tienen una fuerza notable y a su vez pueden ser acelerados por cambios en el entorno que los hacen mas adaptativos, lo que lleva recursivamente a producir mas cambios epigenéticos que al producirse en forma mucho mas acelerada que los biológicos, amplifican a su vez los procesos de transformación en curso.

Entre esos cambios epigenéticos uno que sobresale en términos de tecnologías cognitivas son las mutaciones en la capacidad de lectura (algo que que como bien explícitó Antonio Dehanae en Reading in the brain) al no tener inscripción genética permite cambios significativos mas alla de cualquier mutación), que después de haber estado centradas durante centenares de años (y muy particularmente a nivel crecientemente masivo desde el advenimiento de la imprenta) en la lectura exegética, interpretativa y/o hermeneútica, comenzó en las últimas décadas (otros dirán que el fenómeno viene desde mas atrás a partir del advenimiento de la cultura de masas de los años 1920 en adelante) a convertirse en nuevas modalidades y formatos y muy particularmente en algo que desde los años 1990 (con el advenimiento de la web) denominamos hiperlectura.

Las «Digital Humanities» y como pensamos en la era de la análitica cultural

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Deviniendo posthumanos y mas aun

Conocí a Katherine Hayles en un evento organizado por la Media Ecology Association en México en el 2007. Habia leído un par de sus libros como Chaos and Order: Complex Dynamics in Literature and Science. (ed.), (Chicago: The University of Chicago Press, 1991) y How We Became Posthuman: Virtual Bodies in Cybernetics, Literature and Informatics, (Chicago: The University of Chicago Press, 1999.

Mientras tanto eHayles había escrito un conjunto de ensayos sobre la intersección entre tecnología y cultura, y mas precisamente de la interacción entre narrativa y tecnología sumamente destacables tales como Nanoculture: Implications of the New Technoscience (ed.), 2004 y Writing Machines (Cambridge: The MIT Press, 2002).

Como la mujer, que ya pisa los 70 años, no descansa nunca, año a año fue profundizando en estas intersecciones desde la veta autobiográfica como en My Mother Was a Computer: Digital Subjects and Literary Texts (Chicago: The University of Chicago Press, 2005), metiéndose de lleno en la literatura digital como en Electronic Literature: New Horizons for the Literary, (South Bend: University of Notre Dame Press, 2008), para finalmente publicar este año un impresionante conjunto de ensayos y reflexiones concentradas en una pregunta que se hiciera Vannevar Bush hace cerca de 80 años en How we may think , con la diferencia de que ella no especula tanto acerca de como será el futuro sino que en How We Think: Digital Media and Contemporary Technogenesis (Chicago: The University of Chicago Press, 2012). trabaja con un detalle y una profundidad pocas veces vista antes, como escribimos, pensamos, investigamos, nos comunicamos, nos conectamos, etc en el entorno digital.

Ah si, es una persona de muy bajo perfil, encantadora, muy profunda en sus comentarios y observaciones, muy abierta al diálogo y contrariamente a lo que podría surgir de su apuesta por lo cyborg, lo posthumano y lo hiperdigital, tiene una fina sensibilidad hacia la cultura clásica, está empapada de las problemáticas centrales de la cultura humanista, y aunque defiende a rajatabla el nuevo paradigma digital, ello no implica para nada que desconfíe o esté dispuesta a sacrificar miles de años de cultura letrada, de sesudas reflexiones o de análisis mas que profundos acerca de la naturaleza humana, su cultura, su tecnología y aledaños a manos del tsunami eidético o la lectura fragmentaria y superficial.

Hacia un materialismo cultural de segundo orden

Otra trilogía que merece mucha mas aprehensión y difusión

Habían pasado escasos meses desde la publicación del original The Craftsman de Richard Sennett (primera obra del tríptico que se continuaría con Guerreros y Sacerdotesy El extranjero, cuando hicimos en «De Wittgenstein flies a kite», a «The Craftsman» de Richard Senett» una oportuna referencia a una obra que Anagrama traduciría un año mas tarde, y que debe figurar sin dudas como una de las balizas mas importantes de las que disponemos actualmente para escaparle como a la peste al idealismo (y a los reduccionismo, incluyendo al tecnológico), a la vez que nos permite retomar una rica y perdida tradición de revalorización de la práctica (especialmente de la escuela francesa en donde anidan autores como Gilbert Simondon (1924-1986), André Leroi-Gourham (1911-1986)).

Pasa el tiempo y cada vez entendemos menos el rol de la tecnología, de los oficios, del hacer en una sociedad crecientemente atenazada por un lado por el delirio místico de los conceptos (al mejor postor), y por el otro por un consumo de bienes finales que cada dia mas vienen encapsulados en cajas negras.

Por eso cuando estamos a bordo de un lab que viene marcando el ritmo del hacer (pensando) a una velocidad rauda, mientras sintonizamos cada vez mejor con las variadas tribus urbanas y rurales que fragmentan acompasadamente el territorio nacional (para lo cual devenir extranjeros es el mandato obligado), retomar no tanto las conclusiones de una obra -como la de Sennett- que ya lleva medio siglo de construcción laboriosa, sino ciertos impulsos y marcos referenciales para «bajarla» a nuestra tarea cotidiana en los Labs como dispositivos de aprendizaje, será un buen ejercicio y ayudará a replicar y amplificar nuestros esfuerzos.

Gutenberg el geek. Un Steve Jobs (y muchos mas) avant la lettre

El Paréntesis de Gutenberg, again

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Dedicamos hace medio año un libro entero a El Paréntesis de Gutenberg (con el mismo nombre) por lo cual enterarnos de que Jeff Jarvis había escrito Gutenberg the Geek, un Kindle single (que se puede leer en media hora), un desprendimiento de su investigación para su ultimo libro Public Parts. How Sharing in the Digital Age Improves the Way We Work and Live, nos llamó la atención y nos sumergimos en el texto. En paralelo leíamos el trabajo de José Joaquín Brunner presentado en el Seminario de la CEPAL, que llevó a aclararnos como nunca antes (aqui esta el testimonio: Las TIC de caja de herramientas a nuevo entorno vital), porqué nuestro metier está ligado a la investigación, testeo y diseño de la cultura digital, y muy marginalmente a las cuestiones educativas estructurales.

En un ejercicio de historia en futuro anterior (proyectar sobre el pasado distinciones que son válidas hoy, o dicho de otro modo inventarnos precursores para justificar en el pasado exitoso -o no- lo que hacemos hoy), Jarvis nos vuelve a contar (basado en las obras de Albert Kapr Johann Gutenberg: The Man and His Invention (1996), y de Albert Kapr Johann Gutenberg: The Man and His Invention y de John Man The Gutenberg Revolution: How Printing Changed the Course of History (2003), la historia de Johanes Gutenberg, como si se hubiese tratado de un Steve Jobs avant la lettre.

Las TIC de caja de herramientas a nuevo entorno vital

Otra conferencia sobre TIC y Educación y van….

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Hace un par de días tuvo lugar en Santiago el seminario Internacional La tecnología digital frente a los desafíos de la educación inclusiva: algunos casos de buenas prácticas, en el marco del proyecto e-education que se desarrolla desde hace tres años en la División de Desarrollo Social de la CEPAL y que forma parte del Programa @LIS2, “Alianza para la Sociedad de Información 2 – Diálogo político inclusivo e intercambio de experiencias«.

En el seminario se presentaron los resultados de ocho estudios de buenas prácticas de TIC en educación, los que fueron seleccionados luego de un proceso que incluyó un trabajo conceptual de definición y discusión de criterios y de prácticas en un taller de expertos y la sistematización de los casos en terreno.

Cuatro de estos casos son políticas nacionales que se han convertido en referentes interesantes de analizar cuando se toman opciones de política. Se trata de El Plan Ceibal de Uruguay; Programa Enlaces de Chile; Programa nacional de informática educativa de Ciudad de Buenos Aires, Programa nacional de uso de medios y nuevas tecnologías en Colombia

Los otros cuatro son programas de nivel local que responden a distintos desafíos del sistema educativo, y que son escasamente conocidos más allá de los contextos donde se desarrollan. Se trata de Educación indígena: Programa Lengua, cultura y educación en sociedades multilingües de México; Educación de estudiantes con necesidades especiales: Plan digital de la Ciudad de Buenos Aires; La ampliación del acceso a secundaria en poblaciones rurales: Programa Centro de midías para la educación del Amazonas; Las TIC y el derecho a la educación: Programa Pro-niño de la Fundación Telefónica en Panamá.

El curriculum escolar y la nueva ecologia del aprendizaje

Mutando que es una sana forma de crecer

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Cesar Coll es un maestro de maestros. Fue uno de los númenes de la reforma educativa española, que fuera importada con devoción por el equipo de Decibe/Braslavsky/Filmus en los albores de la era menemista, de principios de los años 90. Desde hace mas de una década se ha venido reconvirtiendo progresivamente a las huestes TIC. Lo conocí en Madrid donde fuimos compañeros de la XXII Semana Monográfica Santillana de la Educación. Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en la educación: retos y posibilidades (2007), lo frecuenté en varios simposios internacionales cuando la OEI creía en los expertos (y ambos formábamos parte junto a Hugo Martínez, Guillermo Sunkel, Marcia Padilha, Roberto Carneiro y otros amigos de uno de sus grupos , y lo seguí viendo intermitentemente ya sea en España o en América Latina.

Escuché varias de sus charlas, y aunque coincidía erráticamente con algunas de sus perspectivas, lo veía demasiado apegado a las alfabetizaciones tradicionales, muy orientado hacia la defensa del curriculum tradicional, muy escéptico respecto del potencial (y no solo de los usos efectivos de las TIC en las escuelas), y en general como a un tipo lúcido pero demasiado tradicionalista.

Los prejuicios vienen y van, y después de escucharlo atentamente ayer a la mañana en su charla en el auditorio Elis Regina en el Parque Anhembi en el marco de las jornadas 2012 de Interdidactica (pero mejor aun a lo largo de las innumerables charlas que tuvimos entre lunes y martes), debo comerme mucho de lo que pensaba (me voy a atragantar si me sigue pasando esto), y debo reconocer que César ha ido cambiando sutilmente sus posturas, no ha menguado en un ápice su escepticismo (pero cada vez por mejores razones), y sin embargo ha abierto espacio a varias vetas de reflexión y acción mucho mas interesantes aun de lo que ya lo eran una década atrás.

Visitando China por primera (pero seguro que no por última) vez en la vida. Haciendo escala en Dubai Cuarta Parte

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1. El Burj al Arab allá lejos y hace tiempo

Sería 2007 o 2008. Haciendo zapping caímos en NatGeo presentando una serie llamada Megaestructuras destinada a inventariar algunas de las construcciones mas llamativas de las últimas décadas. En capítulos anteriores y posteriores (113 hasta la fecha) mostrarían como había sido posible la construcción de edificios únicos, barcos de tamaño colosal, represas descomunales, siempre en el registro del gigantismo y de los desafíos ingenieriles mas descabellados.

Pero lo que vimos ese día nos hizo empalidecer de envidia y nos mostró la potencia del ingenio humano, la voluntad de desafío de un colectivo con la pata del diseño afincada en Londres, y con la voluntad de llevar adelante un proyecto imposible, cual sería construir el primer hotel 7 estrellas del mundo, dar a un hotel de lujo inusitado la forma de una vela, depositarlo en medio del mar y convertirlo en uno de los iconos arquitectónicos del siglo XXI.

Se trataba obviamente del Burj el Arab, un enorme volumen flotante en la costa de Dubai, que fue uno de los primeros lugares que quisimos visitar ni bien aterrizamos en la capital turística de los Emiratos Arabes (EU), donde recalamos afortunadamente durante 3 días y 2 noches camino de vuelta a la patria lejana.